El oro se dispara, convertido en el valor refugio frente a las tensiones que provoca el crudo caro
El barril de petróleo sitúa en los 100 dólares su récord histórico
La crisis de Nigeria, la inestabilidad en Pakistán y el frío invernal disparan a máximos los precios
El petróleo alcanzó el nivel de los cien dólares por barril este miércoles en Nueva York por primera vez en la historia. Pero este hidrocarburo no fue la única materia por las nubes, ya que la onza de oro batió su récord al alcanzar los 859,2 dólares, superando los 850 dólares a que llegó a venderse en enero de 1980, hace justamente 28 años, en tiempos de la revolución iraní y el segundo choque petrolero. El oro es visto como un escudo contra la inflación, atizada en muchos países por los mayores precios del petróleo. Entre el nerviosismo de los mercados e indicadores que revelan la debilidad de la economía estadounidense, la moneda europea volvió a repuntar y superó un canje superior a 1,47 dólares, no lejos de su máximo de 1,486 registrado a finales de noviembre. En el mercado petrolero de la capital norteamericana el barril de crudo ligero Texas para entrega en febrero se disparó en el primer día de negociación del año 3,48 dólares, para situarse a 99,46 a media tarde, tras haber alcanzado poco antes el precio exacto de 100,00 dólares. En Londres, el barril de Brent del mar del Norte -también para entrega en febrero- registró igualmente una marca histórica, superando por primera vez la barrera de los 97 dólares y alzándose hasta los 97,74 dólares. Después de haberla rozado dos veces en noviembre «finalmente hemos pasado esta barrera de los 100 dólares y en ella vamos a quedarnos durante algún tiempo mientras dure el desequilibrio entre la oferta y la demanda» de crudo, afirmó el analista Bart Melek de BMO Capital Markets. «Los precios han aumentado como consecuencia de la violencia en Nigeria, la inquietud que genera la inestabilidad de Pakistán, las previsiones de las reservas petroleras y las frías temperaturas previstas para el invierno», enumeró Phil Flynn, analista de Alaron Trading. Al menos una docena de personas perdieron la vida durante las fiestas de fin de año en Port Harcourt, centro petrolero del sur de Nigeria. El dato es un reflejo de la inestabilidad y la violencia que se viven en este país. El quinto proveedor de Estados Unidos perdió entre 2006 y 2007 un cuarto de su producción, ahora estimada en unos 2,1 millones de barriles por día.