El número de viviendas fue de 30.000, la mitad que en el 2006
La construcción cae en enero a su nivel más bajo desde el 2000
Los metros cuadrados de media que tienen las viviendas desciende desde 98 a 96
El ritmo de construcción de viviendas cayó en enero a su cifra más baja desde 2000, con apenas 29.555 obras nuevas iniciadas, según los últimos datos recopilados por el Ministerio de Fomento, que ponen de manifiesto que el sector de la construcción, en su segmento inmobiliario, se encuentra en una clara crisis. Los empresarios parecen haberse resentido de un retroceso sensible de la demanda, a la que nada ayuda el hecho de que el euribor, tras un inicio de año esperanzador para los millones de hipotecados, haya marcado este viernes su máximo anual, con lo que terminará marzo en el 4,6%. El descenso en el número de casas iniciadas también se había apreciado a lo largo de 2007. Así, tras un período de fuertes crecimientos por la bonanza del sector residencial (de 687.051 visados concedidos por los Colegios de Arquitectos en 2004 se pasó a 729.652 en 2005 y 865.561 en 2006), el último ejercicio descendieron un 24,4% hasta los 688.851 unidades, cifra que, no obstante, aún continúa siendo bastante importante según los expertos. En enero pasado, en cualquier caso, se dieron la mitad de permisos que hace un año (59.268) y algunos ya aventuran un retroceso similar durante los próximos meses. Ese retroceso fue aún más marcado en las viviendas en bloque -las de mayor demanda y salida más fácil en el mercado- que en los chales, al disminuir un 52,3% los permisos concedidos para las primeras (23.745 unidades en total) mientras que en las casas unifamiliares la bajada fue del 38,1% (5.809). En tasa mensual, la caída resultó menor, aunque también apreciable, al darse un 10,2% menos de visados que en diciembre, con un recorte del casi el 12% para los bloques -donde la superficie media por piso pasó de 98 a 96 metros cuadrados- y del 2,6% para los chales -con unos 168 metros cuadrados por inmueble-. Con esta tendencia, no resulta extraño que los expertos hayan apreciado un incremento notable por los terrenos de uso turístico frente a aquellos que sólo pueden tener un fin residencial -la demanda de los primeros supone ya el 51% del total frente al 30% de los segundos-.