La gran industria denuncia que sufactura eléctrica subirá el 100% en julio
Cuando apenas falta un mes para la eliminación de las tarifas eléctricas industriales, las grandes empresas españolas afectadas no han conseguido cerrar contratos de suministro de largo plazo con las compañías suministradoras, que les dan largas en las negociaciones y que, en último término, se remiten a los precios del mercado mayorista -el denostado pool eléctrico- como referencia. Acuciados por el calendario, representantes de las asociaciones de grandes consumidoras de energía (AEGE), compañías siderúrgicas (Unesid), fabricantes de cementos (Oficemen) y de la central de compras de energía constituida por estos y otros sectores (Fortia) denunciaron que, de no mediar solución, su factura de electricidad se duplicará a partir del 1 de julio -tras haber sufrido un incremento del 40% en los tres últimos años-, lo que acarreará pérdida de competitividad y, con seguridad, desinversiones y deslocalizaciones empresariales. Javier Penacho (AEGE) y Juan Ignacio Bartolomé (Unesid) reiteraron en un encuentro con los medios de comunicación que no persiguen la prórroga de la tarifa industrial, aunque se reconocieron dispuestos a la continuidad del régimen de interrumpibilidad -que reduce los costes cuando una empresa acepta el corte anunciado del suministro- mientras se alcanza una fórmula adecuada. La gran industria propone que, tanto a sus compras como a sus ventas, se aplique un sistema de contratación a largo plazo basado en precios relacionados con el mix ponderado de generación. Ingresos por encima de costes Es decir, que el coste de cada tecnología tenga reconocido un peso en función de su participación en el sistema. En la actualidad -censura- el precio queda determinado por el coste de la tecnología más cara. La industria ha encontrado un eficaz aliado en el último informe de tarifas de la Comisión Nacional de la Energía, que critica el actual sistema de precios y apunta que «los ingresos de la generación de electricidad se situarán por encima de los costes totales de esa misma generación», al tiempo que recuerda que «esta diferencia o margen entre ingresos y costes se distribuye de manera desigual entre las diferentes tecnologías de generación, correspondiendo la mayor parte a la nuclear e hidroeléctrica». En otras palabras, la Comisión Nacional de Energía acaba de dar un golpe letal al sistema de fijación de precios en el pool, que las eléctricas han querido adoptar como referencia para los contratos a largo plazo con las compañías que son grandes consumidores. Estas empresas recuerdan que representan en torno al 5% del Producto Interior Bruto y generan 250.000 puestos de trabajo directos e indirectos.