En 2007 se dejaron de fabricar 272.000 turismos por las numerosas bajas de los trabajadores
El absentismo laboral daña la competitividad en la automoción
El 79% de los casos se justificaron por baja médica otorgada por la Seguridad Social
Durante el pasado año, 5.000 trabajadores del sector de la automoción faltaron de media a su puesto de trabajo cada día. La patronal de los fabricantes de coches, Anfac, denuncia que este absentismo -el más alto de la historia, según la organización- supuso la pérdida algo más de seis millones de horas de trabajo. Tiempo equivalente al necesario para fabricar 272.000 turismos o 223.000 vehículos de cualquier tipo. Las marcas reclaman mayor atención a las Administraciones responsables o implicadas en la gestión de las bajas laborales, y advierten que el fenómeno pone en peligro la competitividad del sector y las eventuales nueva inversiones. El impacto de las 6,4 millones de horas perdidas por el absentismo, el 7,03% del total del tiempo teórico de trabajo durante 2007, es «tremendo», según denuncia Anfac en su Memoria Anual. Los fabricantes subrayan que el 79% «de todo este absentismo» se ha justificado mediante una baja médica otorgada por la Seguridad Social. Se trata, añade la patronal, de un problema serio que afecta también a los trabajadores no absentistas y que «origina graves consecuencias económicas, organizativas, sociales y productivas» y que aleja a España «de los índices de países competidores». El informe apunta que entre los años 2000 y 2007 se han perdido más de 51 millones de horas de trabajo, lo que equivaldría al tiempo necesario para producir 1,5 millones de vehículos, más de la mitad de todos los que salieron el año pasado de las factorías españolas. Para hacer frente al problema, aclara Anfac, las empresas están revisando y mejorando sus procesos de gestión internos de personal, e incorporando mejoras ergonómicas, laborales y sociales. Pero, matizan los empresarios, dada la extensión del problema y su etiología, no se logrará nada sin, de un lado, una concienciación social de que el absentismo injustificado es un fraude a la empresa, al resto de trabajadores y al Estado, «al percibirse prestaciones indebidas».