Las hipotecas basura arrasan con la bonanza económica en sólo un año
Se cumple ahora un año de la crisis de las hipotecas basura norteamericanas, y en tan corto plazo las economías occidentales se han precipitado en el agujero negro de la desaceleración económica y están próximas a la recesión. La dilatada etapa de expansión quedó bruscamente atrás, porque a la extrema sequía que la desconfianza provocó en los mercados internacionales del dinero se sumó la especulación en los de materias primas, que disparó los precios del petróleo y de los alimentos básicos. A la carestía del coste de la vida y el drástico recorte de financiación se añadió, en países como España, Irlanda o el Reino Unido, el reventón de la burbuja inmobiliaria, que había sido soporte básico del crecimiento. En paralelo al choque financiero, las economías de los países occidentales se han ido resintiendo por las secuelas de las turbulencias en otros mercados y la escalada de precios de las materias primas.