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El déficit exterior creció un 15% en el primer semestre llegando así a los 58.615,4 millones

El Gobierno anuncia medidas para paliar los «trimestres difíciles» que se avecinan

La economía española aún precisa una financiación exterior de más de la mitad del PIB

Publicado por
m. j. a. | madrid
León

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«Vendrán nuevos trimestres difíciles», reconoció la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, al término del Consejo de Ministros. La avalancha de datos económicos negativos, y las perspectivas de un empeoramiento le llevaron a asegurar que el Gobierno plantará cara a la situación «con realismo», y a anunciar que habrá «nuevas medidas para paliar y atenuar las consecuencias de la desaceleración económica». El Ejecutivo «no dará un paso atrás en el gasto social y trabajará por la cohesión territorial», aseveró. Tras el mínimo avance registrado por el Producto Interior Bruto en el segundo trimestre, este jueves se conoció un nuevo desplome de las ventas de comercio minorista en julio -pese al periodo de rebajas- y se difundieron además las estadísticas comparadas europeas del mercado laboral, que elevan de nuevo a España a la triste categoría de líder de los 27 por tasa de desempleo. También se confirmó el diferencial de precios con la zona euro, que vuelve a ser de 1,1 puntos, cuando se están acortando vertiginosamente las distancias en las tasas de crecimiento económico. La desaceleración atenúa el ritmo de deterioro del sector exterior, lo que no ha impedido que el déficit siga disparado en el primer semestre del año. De enero a junio, los intercambios de la economía española con el extranjero se saldaron con una necesidad de financiación de 54.952,9 millones de euros, casi un 6 por ciento del Producto Interior Bruto y una cantidad superior en un 11,5 por ciento a la que se contabilizaba para ese mismo periodo del 2007. La balanza por cuenta corriente se apuntó 58.615 millones en números rojos, un 14,9 por ciento más. El principal causante El déficit comercial fue el principal causante: el aumento de las importaciones en un 8,4 por ciento frente al crecimiento del 6,5 por ciento en las exportaciones arrojaron ese saldo negativo. Una vez más la factura energética representó un importante lastre. En el primer semestre aumentó un 18 por ciento el superávit de los servicios gracias, en parte, a que el saldo neto de turismo y viajes mejoró el 3,2 por ciento, hasta presentar un superávit neto de 11.953 millones de euros. El incremento del déficit en la balanza de rentas en un 15,5 por ciento responde al encarecimiento de la financiación exterior, y el saldo negativo de 6.109 millones en la de transferencias (un 40,2 por ciento más) es consecuencia lógica de la consolidación del envío de remesas por los inmigrantes hacia sus países de origen. El frenazo económico tiene reflejo, finalmente, en la evolución de las inversiones directas recibidas que, hasta junio generaron entradas netas de 12.938,6 millones de euros, frente a las salidas de 27.815 millones registradas en el primer semestre del pasado año. Por el contrario, los desembolsos directos de España en el exterior apenas generaron la salida de 16.750 millones, menos de la mitad de los 37.014 millones de la primera mitad del anterior ejercicio. Las entradas en concepto de inversiones directas del exterior en España ascendieron finalmente a 29.513 millones, cifra que multiplica por cuatro los 9.198 millones del periodo enero-junio de 2007.