El euríbor sube al 5,512%, ajeno a la bajada de tipos hecha por el BCE

No hay análisis que valga. El euríbor, el índice al que están sujetos los costes financieros del 95% de las hipotecas en España, lejos de bajar subió ayer del 5,486% al 5,512%, ajeno completamente al recorte de tipos de medio punto porcentual decretado la víspera por el Banco Central Europeo (BCE), en un movimiento sin precedentes concertado con la Reserva Federal estadounidense y otros bancos centrales. El miedo y la desconfianza que se tienen los bancos unos a otros ha convertido en papel mojado el paso dado por el BCE y sus homólogos, que buscaba dar liquidez y animar un mercado interbancario que lleva meses parado. Los expertos no pierden la esperanza e insisten en que el euríbor debiera recoger de una u otra forma la maniobra del BCE, pero los vaticinios de abaratamientos de las hipotecas ya no son tan claros o, al menos, se someten a un mayor grado de incertidumbre. En teoría, y ahora más que nunca se subraya el «en teoría», el euríbor sigue el compás marcado por el precio oficial del dinero. Si éste sube, el euríbor (que responde a una media del tipo de interés al que se prestan el dinero entre sí los bancos de la zona euro) sube. Si baja, el euríbor baja. Eso venía sucediendo en circunstancias normales. Pero lo que hoy vive el sistema financiero, no ya el europeo sino el internacional, dista mucho de ser normal. La quiebra sucesiva de entidades de «reconocido prestigio», la nacionalización de bancos por parte de los gobiernos, las sucesivas inyecciones de liquidez por parte de las autoridades monetarias a uno y otro lado del Atlántico en un intento de dar oxígeno al mercado, las medidas extraordinarias lanzadas por gobiernos de todo el mundo no terminan de convencer. El problema es que el desfase que hay entre el precio oficial del dinero (3,75% desde el pasado jueves) y el tipo al que se prestan el dinero los bancos (en el entorno del 5,5%) nunca había sido tan grande. La resistencia a reducir ese diferencial por el simple miedo impide al euríbor seguir su curso habitual. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, subrayó ayer que hasta que la confianza no regrese al mercado es muy probable que el indicador hipotecario no bajará. Percepción en la que coincidió con el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa.