Todas las Bolsas europeas sufrieron una jornada negra con graves caídas generalizadas
El pánico de los inversores genera un descalabro histórico en el Ibex
El índice ha cedido esta semana un 21% y acumula pérdidas del 40% durante el 2008
El pánico se adueñó de los inversores que operan en los mercados europeos, que este viernes tiraron la toalla y emprendieron la desbandada, intentando deshacerse antes de sus títulos a casi cualquier precio. El Ibex-35 de la Bolsa española sufrió la mayor caída de su historia, un recorte de 905,2 puntos, equivalente al 9,14% que dejó este indicador temblando, rotos los soportes y en un nivel de 8.997,70 puntos. En una semana, el valor de este mercado ha sufrido un descalabro del 21%, y la pérdida acumulada en lo que va de año supera el 40% Teñidos de rojo vivo y en plena estampida acabaron también los principales índices europeos. La Bolsa de París cerró con una nueva caída del 7,73% a 3.176,49 puntos, el Dax de la Bolsa de Fráncfort bajó el 7,01% a 4.544,31 puntos, y el Footsie de Londres cayó el viernes un 8,85% para cerrar a 3.932,06 puntos. Todos los valores del principal índice español registraron las pérdidas más abultadas de las que se tiene memoria. Banco Santander cedió el 11,94% a 9,07 euros, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria cayó un 11,37% a 9,35% y Telefónica perdió un 9,10% a 13,79 euros. Abrumados por una crisis financiera a la que no ven fin, minada su confianza por las pérdidas afloradas por bancos y empresas en otro tiempo señeras y aterrados ante la posibilidad cada vez más clara de que una recesión azote las economías más desarrolladas del mundo, los inversores sufrieron además los impactos sucesivos del desplome de Wall Street en la noche del jueves, del hundimiento de las Bolsas asiáticas en la madrugada (hora española) del viernes y de la extrema volatilidad que sacudió el parqué neoyorquino en la última sesión de la semana. En una endiablada trayectoria, la Bolsa de Nueva York arrancó con pérdidas próximas al 8%, con el Dow Jones por debajo de los 8.000 puntos por primera vez desde abril de 2003, para pasar al verde a primera hora de la tarde en Europa, y volver a experimentar fuertes pérdidas tras el discurso del presidente George W. Bush. Las palabras del dirigente, asegurando que Estados Unidos seguirá combatiendo la crisis económica, suscitaron mayores recelos, si cabe, en los mercados. Bush acusó a la