Los quince gobiernos de la zona euro concretan un plan de choque a favor de la banca
El dinero público se utilizará para recapitalizar entidades financieras
El presidente del Eurogrupo afirma: «No tenemos derecho a fracasar y no fracasaremos»
Los quince gobiernos de la zona euro aprobaron ayer en París un plan de choque a favor de la banca en el que se conjuran a evitar la quiebra de todo establecimiento relevante, a garantizar los préstamos interbancarios temporalmente hasta finales de 2009 y a recapitalizar entidades financieras con dinero público. Al término de más de tres horas de discusiones, Nicolas Sarkozy, presidente de turno de la Unión Europea, no facilitó ninguna cifra global a pesar de que varios socios eran partidarios de que se cifrara el esfuerzo conjunto sin esperar a los montos de los planes nacionales que se darán a conocer antes del inicio el miércoles del Consejo de los Veintisiete. El anfitrión de la reunión de crisis de la eurozona argumentó que países como Alemania, Francia, Italia o Austria van a presentar hoy simultáneamente sus propios dispositivos de rescate de forma coordinada con arreglo a los principios y orientaciones definidos en la cumbre del Elíseo, «una caja de herramientas a disposición de los estados miembros», en palabras de Jean Claude Juncker, presidente del Eurogrupo. «No tenemos derecho a fracasar y no fracasaremos», proclamó. «El plan que hemos aprobado tiene la vocación de aplicarse en cada uno de nuestros estados miembros con la flexibilidad que se necesite en función de la diversidad de nuestros sistemas financieros y de nuestras reglas nacionales», advirtió Sarkozy. A su juicio, el objetivo del plan concertado consiste en «devolver a los bancos la liquidez que necesitan, que puedan obtener financiación a medio plazo y reforzar sus fondos propios». «Permitir su funcionamiento» Las garantías públicas concedidas a las operaciones de refinanciación bancaria «serán naturalmente a devolver en condiciones de mercado», puntualizó Sarkozy. «No se trata de hacer un regalo a los bancos sino de permitirles su funcionamiento», insistió antes de explicar que los estados que lo deseen podrán reforzar el capital de los bancos mediante la suscripción de acciones preferentes o con títulos similares. La declaración final publicada al término de la cumbre precisa que, en cualquier caso, deberán evitarse las distorsiones en el mercado interior y los abusos a expensas de las entidades que no se beneficien de esas garantías. El precio de tales instrumentos debe reflejar, al menos, su valor real en condiciones de mercado normales. Todos los bancos presentes en la eurozona, independientemente de su nacionalidad, podrán beneficiarse de manera no discriminatoria. A semejanza del plan estadounidense, los gobiernos también podrán intercambiar activos de mala calidad contra obligaciones del Estado en ayuda a la banca. El dispositivo estará en vigor hasta el 31 de diciembre del 2009 y lo supervisarán las autoridades financieras. El compromiso de evitar toda quiebra de instituciones de importancia sistémica no descarta las recapitalizaciones. «Estaremos atentos a los intereses de los contribuyentes y nos aseguraremos de que los accionistas y la dirección actuales soporten justas consecuencias de esa intervención», prometen en la declaración común. Además, cada recapitalización de urgencia deberá estar acompañada por una reestructuración adecuada. Las medidas contables a las que están sometidos los bancos deberán ser suavizadas con la finalidad de permitir una valorización menos penalizante de los activos de las entidades en sus balances. Esta medida alude a las nuevas normas contables, denominadas IFRS, que imponen a las empresas valorar sus activos al precio del mercado y no sobre la base del precio de compra como ocurría antes. El Eurogrupo mostró su satisfacción por la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de rebajar medio punto los tipos de interés.
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agencias