El presidente se entrevistará con los mandatarios de Brasil y México, países integrantes del G-20
Zapatero buscará en Iberoamérica respaldo para estar en Washington
El jefe del Ejecutivo especificará sus propuestas para superar la crisis, tal y como hizo en Pekín
José Luis Rodríguez Zapatero, a las 72 horas de haber regresado de Pekín, volverá a hacer la maleta para viajar a El Salvador, país anfitrión de la XVIII Cumbre Iberoamericana. El presidente del Gobierno buscará en la capital centroamericana apoyos de los 23 países que asisten a la cita para acudir a la reunión de líderes mundiales del 15 de noviembre en Washington, y en la que no ha sido incluido por el presidente George W. Bush. El objetivo, aún así, no es tanto lograr un respaldo explícito de los principales dirigentes del continente sino evidenciar la influencia económica y política que España ejerce en esta región del mundo. Rodríguez Zapatero asigna una importancia capital a las entrevistas que, junto al Rey, mantendrá en San Salvador con los presidentes de Brasil, Inazio «Lula» da Silva, y de México, Rafael Calderón, que sí estarán en la capital norteamericana en su condición de miembros del G-20. El gobernante brasileño, además, es el presidente de turno de ese directorio de naciones desarrolladas y emergentes, y fuentes de la diplomacia española piensan que puede utilizar la influencia del cargo para plantear a Bush que es conveniente la presencia de España en el encuentro de los líderes mundiales que debe sentar las bases de un nuevo orden económico. De juventud a crisis El presidente del Gobierno hará valer el liderazgo de España entre la comunidad latinoamericana para asegurarse el respaldo de la Cumbre de El Salvador, que se celebrará entre el 29 y 31 de octubre. La reunión, en principio, iba a versar sobre Juventud y Desarrollo, pero a propuesta de la presidenta de Chile, Michele Bachelet, y para satisfacción de La Moncloa, los gobernantes abordarán en sus reuniones a puerta cerrada la crisis económica y financiera mundial. Ése será un buen momento, apuntan fuentes gubernamentales, para que Rodríguez Zapatero exponga las propuestas que ya desgranó el pasado sábado en Pekín durante la cumbre Unión Europea-Asia. El jefe del Ejecutivo confía en recibir el respaldo de «Lula» da Silva y Calderón, aunque nadie en La Moncloa esconde el temor de que este respaldo sea insuficiente. El anfitrión de la cita de Washington es Bush y, como tal, responsable de las invitaciones. No está nada claro, además, que un presidente de turno del G-20 pueda invitar a la reunión a un país ajeno al club creado en 1999. Lo que sí podría hacer el presidente de Brasil es mediar ante la administración norteamericana. En la capital salvadoreña, Rodríguez Zapatero también podrá verse con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, país que también estará en la cumbre del 15 de noviembre como integrante del G-20, pero el jefe del Ejecutivo no tiene previsto, de momento, mantener un encuentro con ella. Las relaciones hispano-argentinas atraviesan un momento complicado tras la decisión de Buenos Aires de nacionalizar las compañías gestoras de fondos de pensiones, medida que afectó a firmas españolas, y las sibilinas advertencias de autoridades de ese país de recobrar el control público sobre empresas en su momento privatizadas y adquiridas por inversores españoles. En todo caso, fuentes gubernamentales matizan que lo importante es que no se perciba al Gobierno como «pedigüeño». por lo que el presidente no habló sobre el G-20 en sus encuentros de Pekín.