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El grupo Santander gana un 5,5% más que hace un año aunque su morosidad se triplica en España

El consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz

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m.j.a. | madrid
León

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El grupo Santander ganó en los nueve primeros meses del año 6.935 millones de euros, un 5,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, apuntó que, con toda probabilidad, esa cifra alzará al banco al primer puesto por ganancias entre entidades comparables de todo el mundo -hasta junio, ese puesto lo ocupaba el HSBC- y destacó el mérito de haberla conseguido «en las muy complicadas circunstancias actuales». El presidente Emilio Botín confirmó semanas atrás que este año se alcanzarán los 10.000 millones de beneficio, y Sáenz, tras echar las cuentas, ratificó este objetivo. Puesto que las ganancias del tercer trimestre se quedaron en 2.205 millones, el resultado final se puede obtener si esa cifra se repite en el periodo octubre-diciembre y se le suman las plusvalías de la venta de la ciudad financiera -586 millones, aún no contabilizados- junto a alguna otra pequeña ayuda. «No estamos tan lejos, ni necesitamos un salto de 2,5 metros», bromeó el primer ejecutivo. Al banco le quedan, entre otras potenciales desinversiones, su participación en la petrolera Cepsa. El negocio marcha «más que bien», alardeó Sáenz, sin olvidar los condicionamientos de este tiempo de crisis. La morosidad ha crecido hasta 1,63% en el grupo, y casi duplica el 0,89% de tasa que presentaba un año antes. En España, los créditos dudosos avanzan a mayor ritmo, al haber pasado del 0,51% al 1,5%, mientras la cobertura retrocede desde el 303% al 129%. Con todo, estas proporciones se comparan bien con la media del conjunto del sistema y Alfredo Sáenz se atrevió a pronosticar que «no tocará el 2%» en el actual ejercicio. En el grupo Santander, el crédito está creciendo al 3,5% anual, el más modesto en muchos años. El consejero delegado aseguró que este ritmo no responde a un cierre del grifo, sino a la ausencia de una demanda solvente. La clave de las cuentas del Santander radica, una vez más, en la expansión de los ingresos comerciales en un 16%.