Diario de León

El Gobierno descarta la deflación, pero «trabaja en todos los ámbitos para evitar que se produzca»

La inflación cae al 0,8%, un nivel desconocido desde junio de 1969

El IPC Armonizado bajó siete décimas en enero por el abaratamiento del petróleo

Vicepresidencia.

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Publicado por
M.J. Alegre
León

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barcelona

Lo nunca visto. Los precios de los bienes y servicios de consumo apenas se han encarecido el 0,8% en el último año. Así lo refleja el dato adelantado que, medido con criterios comunes para toda la Unión Europea (IPCA), publica el Instituto Nacional de Estadística. Habrá que esperar al 15 de enero para conocer si estamos en mínimos históricos de inflación -"desconocidos desde mayo del 1969-", porque en esa fecha se difundirá el indicador nacional definitivo. Todo apunta a una confirmación, ya que entre el IPCA y el IPC suele registrarse, como mucho, una diferencia de una décima, hacia arriba o hacia abajo. No se había registrado una inflación tan reducida desde que se empezó a calcular el índice armonizado de variación de los precios, allá por enero de 1997, cuando las principales economías europeas preparaban el camino para la adopción del euro.

Aunque no hay información suficiente para apreciar las causas del desplome de la inflación -"en diciembre se quedó en el 1,5%, y hace apenas medio año había trepado a un máximo del 5,3%-" los analistas deducen que la caída del precio de las materias primas, y en particular del petróleo, es uno de los principales motivos. Si el precio del barril de petróleo alcanzó e1 11 de julio de 2008 los 147 dólares, ahora se encuentra por debajo de los 50. La media del pasado enero fue de 45,6 dólares por barril.

Habría que sumar también la fuerte y rápida desaceleración de la actividad y del consumo de los hogares. Los proveedores de bienes y servicios han respondido a esta nueva situación con contención de precios, descuentos y promociones. Los agentes del INE que toman los datos para elaborar la estadística prescinden de las ofertas ocasionales, pero no de las rebajas generalizadas. El drástico frenazo de los precios alimenta, sin embargo, los temores de que la economía española pueda adentrarse en la deflación, una fase caracterizada por la peor combinación posible: caída simultánea de los precios y del PIB. En tales circunstancias, la actividad se deprime y se acelera la destrucción de empleo.

El Gobierno salió en tromba este viernes a rechazar esta posibilidad. Al término del Consejo de Ministros, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega aseguró que el Ejecutivo «trabaja en todos los ámbitos para que esa situación no se produzca». E incluso fue más allá al declarar, tajante que el Gabinete «no contempla esa situación».

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, se expresó en parecidos términos, y aprovechó para ensalzar las bondades de una etapa de precios bajos. Recordó que la renta disponible de las familias se verá favorecida, y apuntó que la práctica desaparición del diferencial con la media de la zona euro mejorará la competitividad de los bienes y servicios españoles en un momento en el que las empresas dirigen la mirada al exterior a causa del desplome del consumo.

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