Un decreto matizará la Ley Concursal para intentar reducir el número de quiebras de empresas
c.c. | madrid
El decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros establece una reforma urgente y limitada de la actual Ley Concursal para facilitar la refinanciación de las empresas viables y limitar, en lo posible, las liquidaciones. Los cambios buscan evitar que los aportes financieros acordados antes de que las sociedades sean declaradas en concurso de creedores puedan ser rescindidos una vez iniciado éste.
Para ello, la reforma establece más garantías a favor de las entidades refinanciadoras, que pivotan sobre la no rescindibilidad de las operaciones no fraudulentas y la restricción de la legitimación para impugnar tales operaciones. La refinanciación deberá contar con el respaldo de tres quintas partes de los acreedores y la empresa tener un plan de viabilidad avalado por un informe independiente. Todo ello, documentado en escritura pública. En otras palabras, la reforma intentará que las empresas que vayan a concurso de acreedores hayan tenido la oportunidad de consensuar con sus principales acreedores un convenio que impida la liquidación. También pretende acotar la duración del concurso, para reducir la progresiva degradación de la situación de la empresa.