| Crónica | En el coche de San Fernando |
La crisis económica nos apea del autobús
El INE revela un notable descenso interanual en el número de pasajeros de los transportes urbanos e interurbanos
madrid
La crisis económica tiene derivadas insospechadas que sólo se aprecian a la luz de algunos datos oficiales. Es el caso del transporte, tanto urbano como interurbano, que en los dos primeros meses de este año se han desplomado sin remedio. El parón del consumo, el miedo al desempleo o la simple prudencia e inclinación al ahorro han lastrado el número de pasajeos de aviones, trenes, autobuses o servicios de metro.
No hay más que damnificados, y las empresas privadas y públicas empiezan a resentirse en sus cuentas de un efecto colateral de la recesión cuando menos curioso. Los transportes se vacían. La tradicional subida de enero en el precio de los billetes parece haber impactado en la conciencia de los pasajeros, que día tras día reciben innumerables mensajes de que la crisis se ha instalado para quedarse al menos una buena temporada.
Los datos del INE no mienten. En febrero, se movieron en los transportes urbanos de toda España 259,2 millones de viajeros, lo que supone un retroceso del 5%, que en términos acumulados (enero más febrero) se sitúa ya en el 5,3%.