Llega el otoño más crítico para las economías domésticas
La vuelta al cole de este otoño llega marcada por tintes sombríos. Las cifras de la economía española apuntan que el impacto más agudo de la crisis puede haber quedado atrás, pero la evolución de los grandes números refleja, en buena parte, la comparación de la situación presente con la aún positiva del año anterior. Cosa bien distinta es enfrentarse a la realidad cotidiana de los puestos de trabajo destruidos, los sueldos congelados, los préstamos inaccesibles y la actividad semiparalizada. Pero la crisis también muestra dos caras, y muchas dificultades tienen contrapartida. La hipoteca más barata, las ofertas y descuentos comerciales y la revalorización de las acciones en la Bolsa pueden contribuir a afianzar el repunte de la confianza de los consumidores que, tras haber tocado suelo hace justamente un año, ya lleva cinco meses de suave escalada.
Aumento del desempleo. El paro volverá a subir en otoño, admiten los responsables de Trabajo. Todavía hay ocupación para los trabajadores de la construcción, porque las obras del Plan Local tienen plazo de ejecución hasta diciembre. Pero la temporada turística -mediocre, por otra parte- termina, los servicios no están para nuevas contrataciones, los expedientes de regulación de empleo se acumulan en la industria y los despidos van incidir cada vez más en los contratos fijos.