El frigorífico de la cápsula del tiempo
El Svalbard de León
Susana Vergara Pedreira
Conserva un tesoro que se hereda, que pasa de generación en generación, que es propiedad de una familia desde hace tanto tiempo que ya ni memoria hay para recordar quién fue el primero. Son las simientes de la tierra, auténticas, sin ingeniería transgénica. Están depositadas en el banco de semillas de la Fundación Cerezales. En un frigorífico. Como si fuera el pequeño Svalbard del Condado. Hasta el de Noruega llevarán una semilla autóctona del té de monte, para que no se pierda