León, 1803: La ciudad pionera en vacunarse
El León que se vacunó primero
Julio César Santoyo Mediavilla
Para cuando el 30 de noviembre de 1803 la enfermera Isabel Zendal había partido de La Coruña a América en un navío con 22 niños para salvar millones de vidas, en León ya se habían vacunado muchos de sus vecinos de la viruela. Fue posible gracias a un alcalde, Orencio-Antonio de Santolaria, cuya generosidad era tan grande como su ego, que pagó de su bolsillo todo lo necesario para que el médico-cirujano de la ciudad, Antonio José Fernández, inmunizara a leoneses de la urbe y hasta de los pueblos. Para que fueran a los centros de vacunación, o casa a casa, pidió ayuda al obispo, que llegó a calificar de «homicidas» a los padres que se negaran a inocular la vacuna. Lo cuenta todo en sus bandos, que milagrosamente se conservan