Reportaje | javier otazu
Una semana con un plato de arroz
Cientos de miles de haitianos siguen en las calles
Una semana después del terremoto que asoló Haití, cientos de miles de haitianos siguen en las calles, durmiendo y defecando en campamentos improvisados, dejados de la mano de Dios, del gobierno y de la ONU. Muchos sólo han tenido derecho a un plato de arroz en una semana.
«Somos todos cristianos, no somos animales. ¿No es inhumano que me veas así, vestido con la ropa que llevaba el día del terremoto? Un plato de arroz con un trozo de pollo es todo lo que me han dado, y hace ya dos días», se lamenta Juin Williams, de 28 años, padre de una niña de un año. Williams es uno de los «invasores» de los jardines de la Primature, la sede del Primer Ministro que fue literalmente tomada por miles de personas que aquel día salieron de casa con lo puesto.
No hay en Puerto Príncipe jardín, plaza o patio que no se haya convertido en refugio para los cientos de miles de personas que se quedaron sin casa, y que se calculan en un millón y medio en un país de nueve millones de habitantes.