Haití necesitará entre cinco y diez años para recuperarse del terremoto
La comunidad internacional acuerda un plan común para la entrega de la ayuda humanitaria y planificar la reconstrucción del país, devastado tras el seísmo
Un hombre traslada un saco de carbón del Puerto de La Saline para su venta en los mercados de Puerto
El primer ministro de Haití, Jean-Max Bellerive, afirmó ayer que la reconstrucción de su país tras el devastador terremoto requerirá al menos entre cinco y diez años, a la vez que recalcó que esta vez «tenemos que hacerla diferente».
En declaraciones a los medios de comunicación a su llegada al edificio de la Organización de Aviación Civil Internacional (Icao), donde se celebró ayer la conferencia internacional sobre Haití, dijo que no acudió a Montreal «solamente para pedir ayuda», sino para abordar también los siguientes pasos a dar para la reconstrucción.
«Los aspectos fundamentales (de la reconstrucción) ya están claros», afirmó, por lo que en esta conferencia no habrá grandes diferencias sobre las claves de esta labor a largo plazo, ni «vamos a perder mucho tiempo entorno a ellas», agregó. «Lo fundamental para el futuro es que lo tenemos que hacer diferente esta vez», insistió.
Por partes. Según Bellerive, hay que transformar los diferentes sectores económicos de Haití, como el turismo y la agricultura.
El primer ministro también recalcó que su Gobierno trabaja ya con el sector privado de Haití para que se sume a los esfuerzos de reconstrucción.
La conferencia sobre ayuda y reconstrucción de Haití comenzó ayer en la ciudad canadiense de Montreal, y en ella, además del primer ministro haitiano, participaron delegados de los principales países americanos y la UE, así como organismos internacionales.
La reunión, convocada tras el devastador terremoto del pasado 12 de enero que ha causado al menos 120.000 muertos y se prevé que puedan llegar a 150.000, tiene como objetivo coordinar la entrega de ayuda humanitaria y planificar la reconstrucción a largo plazo del país caribeño.
Uno de los temas más urgentes que los delegados tacometieron fue la coordinación de la entrega de ayuda. La semana pasada varios países criticaron el control que Estados Unidos ejerce sobre la llegada de suministros al aeropuerto de la capital haitiana, Puerto Príncipe. La distribución de la ayuda también ha estado plagada de críticas por la lentitud con que está llegando a los centenares de miles de personas afectadas por el terremoto.
Las oenegés también quieren la cancelación de la deuda haitiana que se estima en1.200 millones de dólares.