«La causa serbobosnia era justa y sagrada»
El antiguo líder Radovan Karadzic afronta la primera sesión del juicio que se sigue contra él en el TPIY acusado de once cargos de genocidio y crímenes de guerra
Radovan Karadzic aseguró ayer que la causa de los serbios de Bosnia era «justa y sagrada» en su alegato inicial en el juicio que se sigue en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), donde ha subrayado que no es «un monstruo» y que no hay pruebas contra él.
El antiguo líder serbobosnio, cuya ausencia en el inicio del juicio en octubre obligó a demorar el proceso hasta ayer, ha afirmado que los serbios de Bosnia nunca quisieron dejar Yugoslavia y que querían «vivir con los musulmanes», pero «no bajo su yugo en un régimen donde vulneraran los derechos fundamentales».
Karadzic, también ex líder del Partido Democrático Serbio (SDS), ha iniciado su defensa afirmando que no había comparecido «para defenderse a sí mismo», sino para defender a su «pequeña gran patria».
El acusado, que ha vuelto a culpar a una «conspiración» internacional para llevarle al banquillo de los acusados en La Haya, ha explicado que nunca quiso la escisión bosnia de Yugoslavia y ha hablado de «legitima defensa» en el marco de una guerra civil.
También ha asegurado que «queríamos prevenir el caos, introducir el orden, pero una vez se instauró (el caos) fue imposible tenerlo bajo control».
Karadzic está acusado de once cargos de genocidio y crímenes de guerra por la guerra civil de Bosnia-Herzegovina de 1992-95. Los dos cargos de genocidio proceden de la matanza de más de 7.000 hombres y jóvenes musulmanes en el enclave de Srebrenica (1995) y el asedio de Sarajevo que duró durante todo el conflicto, y que causó más de 10.000 muertos.
Karadzic, de 65 años y psiquiatra de profesión, fue detenido cuando se hacía pasar por curandero en Belgrado el 21 de julio de 2008 y remitido al TPIY.