Reportaje | cristian reino
El salvador de los Clinton
Bikram Choudhury, el gurú del yoga de los famosos de Estados Unidos, asegura haber curado a miles de personas gracias a los beneficios de posturas milenarias
Una joven becaria y sus visitas al despacho Oval a punto estuvieron de hacer saltar por los aires el matrimonio de Bill y Hillary Clinton. Hasta que se cruzaron con Bikram Choudhury. «Yo salvé el matrimonio Clinton, fue un trabajo muy duro», dice entre risas uno de los grandes gurús del yoga actual e inventor del Bikram yoga, una disciplina que se compone de 26 posturas y que se practica a 40 grados de temperatura.
Choudhury, que esta semana ha impartido un seminario en Barcelona por primera vez en Europa, es una especie de salvador de los personajes vip de Estados Unidos. Con orgullo desglosa la amplia nómina de famosos que se han puesto en sus manos: Richard Nixon, Ronald Reagan, el papa Pablo VI, Indira Gandhi, Madonna, Michael Jackson, Shirley Maclaine, George Clooney y en España la vicepresidenta económica Elena Salgado, Nacho Cano, Penélope Cruz y Elsa Pataky.
Recuerdos. De sus pacientes, guarda un especial recuerdo de Nixon, el único presidente norteamericano que hasta la fecha se ha visto obligado a dimitir y el hombre que le lanzó al estrellato. «Tenía un problema de cojera en la pierna y me lo llevé tres días a Honolulú», señala. «Luego le di una casete, añade, para que practicara de oído por su cuenta; y le debió de ir muy bien porque me lo agradeció concediéndome la green card » (la tarjeta verde de residencia permanente de Estados Unidos y que muestra que una persona está nacionalizada)«.
Bikram llegó a Norteamérica, procedente de su India natal, en 1973, invitado por un Nixon que se tambaleaba, no tanto por su cojera, como por el escándalo Watergate y por la sangría de la Guerra de Vietnam. Desde entonces, el inventor del yoga caliente ha curado a miles de estudiantes en su mansión/escuela de Beverly Hills y ha viajado por todo el mundo, llevando los beneficios de Bikram Yoga a 200 millones de personas. En la actualidad cuenta con más de 2.000 escuelas (dos en España, en Madrid y en Barcelona), que le hacen inmensamente multimillonario, hasta el punto de ganarse el calificativo de McYoga, por el canon que debe pagarle cada franquicia.
Aunque hay quien le acusa de haberse apropiado de una disciplina y unas posturas milenarias (las tiene registradas con copyright), sus seguidores afirman que «estamos ante el yoghi (practicante avanzado de yoga) más revolucionario del siglo XX», según señala Juli Peradejordi, editor del libro -˜Bikram yoga-™ (ediciones Obelisco). »Nadie hasta ahora había practicado el yoga a 40 grados, todo se destensa y el cuerpo funciona distinto«, apunta.