Crónica | rafael m. mañueco
Una falsa invasión altera a Georgia
El reportaje de una cadena televisiva desencadena protestas frente a su sede
Ocho de la tarde del sábado en Georgia. Comienza el informativo del canal de televisión progubernamental Imedi. Reportaje especial, aparece en pantalla, y se advierte de que lo que van a ver en adelante los telespectadores es una emulación de «cómo podrían desarrollarse los acontecimientos» en el país del sur caucásico.
El aviso pasa desapercibido para casi todo el mundo. A continuación, el presentador informa de que Eduard Kokoiti, el presidente de Osetia del Sur, territorio georgiano independizado y en donde comenzó la guerra que condujo a la ocupación del país por parte de las tropas rusas en agosto del 2008, ha sido víctima de un atentado. La noticia sí consigue ahora atraer la atención de la audiencia, pero casi todos ignoran la indicación inicial.
Durante media hora, Imedi escupe información como una ametralladora. Se dice que la respuesta de Moscú a la supuesta muerte de Kokoiti es una nueva intervención armada. Se disparan las llamadas telefónicas, las líneas se colapsan, los servicios médicos no dan abasto. Al final, Imedi reiteró que todo fue una ficción y pidió disculpas.
Durante el fin de semana varios centenares de personas convocadas por la oposición protestaron ante Imedi. Creen que nadie se hubiera atrevido a poner en antena el reportaje sin el visto bueno de Saakashvili.