El Gobierno tailandés y los manifestantes no consiguen obtener acuerdos
El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, y los líderes de los miles de manifestantes que exigen la disolución del Parlamento concluyeron ayer sin acuerdo la primera ronda de negociaciones para acabar con la crisis que arrastra el país desde el golpe de Estado de hace cuatro años.
La reunión, transmitida en directo por la televisión, tuvo lugar después de dos semanas de protestas en Bangkok y de que, durante las últimas 24 horas, al menos quince personas resultaran heridas en distintos ataques con granadas u otros artefactos explosivos.
Más reuniones. El jefe del Gobierno y los representantes de los «camisas rojas», como se hacen llamar los seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, acordaron continuar las negociaciones al día siguiente.
«La disolución del Parlamento no resolverá los problemas del país, primero tenemos que acordar una enmienda de la Constitución», respondió el jefe del Ejecutivo a las demandas de los representantes del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, organizador de las protestas.
Jatuporn Promphan, uno de los líderes de los «camisas rojas», afirmó que, ante la negativa del mandatario, continuarán con las movilizaciones, aunque se comprometió a no ocupar ningún edificio del Gobierno.