El asesinato de un líder afrikáner eleva la tensión racial en Sudáfrica
La policía ha detenido a dos jóvenes negros como supuestos autores de la muerte de Terreblanche a golpes y machetazos
El asesinato del líder afrikáner ultraderechista Eugene Terreblanche ha causado conmoción y puesto al rojo vivo la tensión racial en Sudáfrica, donde el presidente y la líder de la oposición han pedido calma, mientras su partido clama «venganza».
Terreblanche apareció el sábado muerto a machetazos y golpes en su granja de Ventersdorp, en la provincia Noroeste de Sudáfrica, y la Policía ha acusado del asesinato a un hombre de 21 años y un menor de 15, ambos negros, que declararon que habían discutido con él porque no les pagaba su trabajo.
La muerte de Terrebalnche, líder del partido supremacista blanco Movimiento de Resistencia Afrikáner (AWB), ha puesto de manifiesto la polarización de una sociedad donde los negros, cerca del 80%, tienen el poder político, pero los blancos, un 9 por ciento, controlan la mayor parte de la economía.
El presidente Jacob Zuma, al tiempo que pedía calma, advirtió contra posibles «agentes provocadores que aprovechen esta situación para incitar o alimentar el odio racial», mientras en el mismo tono su partido, el gobernante Congreso Nacional Africano, solicitaba que no se usase el asesinato «para polarizar el país».
Helen Zille, líder de la Alianza Democrática, el principal partido de la oposición, también pidió calma, pero indicó que este asesinato «polarizará e inflamará las pasiones en Sudáfrica, en un momento en el que las tensiones son ya muy altas», y señaló a Julius Malema, líder de la liga juvenil del CNA, como responsable.
En los últimos meses, Malema ha entonado en sus mítines una canción que dice «matar a los boer, matar a los granjeros», que el CNA ha defendido como un himno de la lucha contra el «apartheid», y que finalmente fue considerada como «incitación al odio» y prohibida la semana pasada por el Tribunal Superior de Pretoria.