Tropas de la Otan desfilan por primera vez en la Plaza Roja de Moscú
A la tradicional parada militar presidida por Dmitri Medvédev asistieron pocos dirigentes occidentales, a excepción de la canciller alemana Angela Merkel
Soldados estadounidenses participan en el desfile con motivo de la victoria sobre la Alemania nazi
El mayor desfile militar celebrado en Rusia desde la desintegración de la URSS, en conmemoración del 65 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, quedó ayer deslucido por la ausencia de muchos dirigentes internacionales que cancelaron su viaje a Moscú en el último momento por problemas de agenda. Fue la parada militar más grandiosa vista en la Plaza Roja desde hacía lustros y la única en la historia en la que participaron tropas de EE.UU., Francia, Reino Unido y Polonia.
Sobre el adoquinado de la enorme explanada que se extiende a través de la muralla este del Kremlin marcharon ayer unos 11.500 militares y rodaron más de cien vehículos, entre ellos las descomunales plataformas transportando misiles intercontinentales «Tópol-M», el arma atómica más moderna y poderosa del actual arsenal ruso, y los cohetes tácticos «Iskander».
Se pudo ver también armamento soviético de la II Guerra Mundial como el tanque T-34. Sobre el cielo, 127 aparatos volantes, entre helicópteros, aviones de transporte, bombarderos y cazas. Una escuadrilla voló formando el número 65 mientras otra dejó en el aire una estela de humo con los tres colores de la bandera rusa.
Casi en cabeza del desfile, avanzó una compañía de la Guardia de Honor polaca con representación de fuerzas de todas las armas. Tras ella, un destacamento de la Guardia Galesa británica, soldados de la 170 Brigada de infantería estadounidense y una unidad del Ejército del aire francés.
Desde la tribuna contemplaron el espectáculo el presidente ruso, Dmitri Medvédev, el primer ministro, Vladímir Putin, y una veintena de jefes de Estado y de Gobierno de otros países, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel.
