La Iglesia gana peso en Cuba tras 40 años de aislamiento
La Iglesia católica cubana llevaba años pidiendo dialogar con el Gobierno comunista, pero el recelo y la desconfianza abonada en cuatro décadas de enfrentamientos no han dado frutos hasta este mes. Tras el vendaval de presiones internacionales por la situación de los presos de conciencia -”alrededor de 200 según las estimaciones de la oposición-”, Raúl Castro aceptaba reunirse con dos prelados para tratar este espinoso asunto y analizar el futuro de la isla.
¿Por qué precisamente ahora? Sin una respuesta clara, existe consenso entre los analistas cubanos de que el encuentro entre la institución eclesiástica y el Gobierno es un «movimiento positivo».
Tras la cita, el Ejecutivo comunista anunció el traslado de presos de conciencia a hospitales -”aquellos que se encuentran enfermos-” y cárceles más cercanas a sus casas, aunque el compromiso no se ha materializado.
El nuevo papel de la Iglesia comenzó a gestarse cuando el Gobierno aceptó la intermediación eclesiástica en favor de las Damas de Blanco.