La marea negra da una tregua
La Administración de Asuntos Marítimos de la provincia costera de Liaoning anunció ayer la apertura de los puertos perjudicados por el centenar de toneladas de petróleo vertido en el mar Amarillo, tras el incendio de dos oleoductos cerca de la ciudad de Dalian, noreste del país.
A pesar de que la actividad de los puertos de Dalian ha sido reanudada, los funcionarios locales advirtieron de que el tráfico de barcos de petróleo no será aún reabierto, informó ayer la agencia oficial de noticias Xinhua. La marea negra, que el martes alcanzó una superficie de 430 kilómetros cuadrados, procede del incendio que afectó a dos oleoductos propiedad del gigante estatal China National Petroleum Corp. (Cnpc) y el puerto de mercancías Xingang en Dalian. Según las primeras investigaciones, el pasado viernes se registró una explosión en un oleoducto cercano al puerto, cuyas llamas se propagaron a otra tubería que transcurre paralela a la primera y causaron al menos otras cinco pequeñas detonaciones. Algunas playas de la zona permanecen cerradas y un total de 800 barcos trabajan en la retirada del crudo.