Fini acusa a Berlusconi de antiliberal y crea el grupo Futuro y Libertad
El presidente de la Cámara de los Diputados asegura que no dimitirá de su cargo tras ser expulsado del Partido de la Libertad por orden del mandatario italiano
Dos días después de ser expulsado por Silvio Berlusconi del partido que fundaron juntos, Gianfranco Fini aseguró ayer que no dimitirá de presidente de la Cámara de Diputados, como pretendía el primer ministro, anunció la creación de un grupo parlamentarios autónomo y acusó a su ex aliado de «antiliberal».
Fini, en una abarrotada rueda de prensa celebrada en Roma, respondió con dureza a las acusaciones del primer ministro y afirmó que había sido expulsado sin que se le haya permitido expresar sus razones y agregó con ironía que el «crimen» que ha cometido es haber osado a criticar al primer ministro y algunos proyectos de ley del Gobierno. «Se ha escrito una página negra para el centro derecha italiano y por supuesto que no dimitiré como presidente de la Cámara de Diputados, ya que mi misión es garantizar el Parlamento y no a la mayoría que lo ha elegido», afirmó Fini, respondiendo a Berlusconi, que le exige que abandone el tercer cargo del Estado, tras el presidente de la República y el titular del Senado.
1397124194 Acusaciones. Fini acusó a Berlusconi de tener un «concepto empresarial» del Estado y una concepción «antiliberal de la democracia». El político se comprometió a defender la legalidad, «porque muchos ciudadanos de centro derecha no entienden por qué en nuestro partido las garantías constitucionales muchas veces son entendidas como impunidad».
El nuevo grupo, que formalizó ayer su inscripción en el Parlamento, se llamará «Futuro y Libertad» y al mismo se han adherido ya 34 diputados y diez senadores, informaron los «finianos», como son conocidos los seguidores de Fini.
Aunque Berlusconi está convencido de que el partido, Pueblo de la Libertad (PDL), mantendrá la cómoda mayoría absoluta que disfrutaba en el Parlamento, este trasvase de parlamentarios puede ponerla en peligro.
Las relaciones entre ambos políticios comenzaron a deteriorarse desde que Fini expresara sus dudas sobre las reales intenciones del Ejecutivo para combatir la mafia, presionó para que dimitieran dos ministros y un subsecretario por varios escándalos Asimismo, mostró su contrariedad a la llamada «ley mordaza» de Berlusconi.