La ONU teme hambrunas ante la crisis del trigo

La decisión de Rusia de interrumpir sus exportaciones de cereales ha creado una situación seria en el mercado del trigo con una subida de los precios que, de continuar, podría provocar problemas de seguridad alimentaria en los países pobres, según la ONU.

Rusia, tercer exportador mundial de trigo, anunció el pasado jueves un embargo de sus exportaciones de ese cereal y sus productos derivados a partir de mediados de agosto, a raíz de la caída en las cosechas por la sequía que afecta al país. La decisión rusa «representa un elemento de inestabilidad en el mercado» y «una situación que no era grave se convirtió ahora en seria», según declaró Abdolreza Abbassian, economista y secretario del grupo intergubernamental sobre los cereales de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Este anuncio «inesperado y muy rápido» trae aparejado el riesgo de la «interrupción del comercio» internacional de cereales en forma provisional, ya que los poseedores de reservas de granos podrían apostar a la continuación del alza de los precios, agregó el responsable de la FAO.

«Si los precios aumentan en los países pobres y con bajos ingresos, ciertamente provocará problemas, como en el 2007-2008», cuando se registraron revueltas por hambruna en Egipto, Marruecos, Indonesia, Filipinas y Haití, advirtió. El problema es saber cuánto tiempo durará el alza de los precios. Por el momento, es demasiado pronto para decirlo. Es necesario esperar dos o tres meses. Por nuestra parte, esperamos que los precios no permanezcan a niveles tan altos», concluyó Abbassian.

En efecto, el anuncio del primer ministro ruso Vladimir Putin acentuó la subida de los precios del trigo en los mercados mundiales. El precio de la tonelada de trigo, que ya había subido más de 40% desde principios de julio, llegó a los 230 euros.