TENSIÓN EN EL MUNDO ÁRABE
Merkel y Zapatero urgen a Mubarak a dialogar para lograr un cambio pacífico
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han urgido hoy al presiente egipcio, Hosni Mubarak, a poner fin a los ataques a los manifestantes que protestan en las calles y a dialogar con la oposición para iniciar de forma pacífica el cambio en el país. " Nadie puede pensar que las cosas pueden seguir igual; debe haber un nuevo comienzo, un cambio, porque si no esas personas no van a quedar satisfechas ", ha subrayado Merkel en rueda de prensa junto a Zapatero en el Palacio de la Moncloa tras concluir al XXIII bilateral.
" Queremos la democracia cuanto antes en Egipto a través de un proceso de concertación, de pacto pacifico ", ha insistido Zapatero tras recordar el ejemplo de la transición española. Merkel, quien ha señalado que ha hablado con Mubarak para instarle al diálogo, ha denunciado la violencia que se vive en las calles de El Cairo y las dificultades de los periodistas para informar con libertad y ha sido tajante: " los ataques contra los manifestantes deben terminar ya ".
Según ha destacado, el presidente y el gobierno egipcio tienen que asumir su responsabilidad para que las ciudadanos puedan manifestarse de forma pacífica y los medios de comunicación puedan informar y los responsables de los ataques deben ser llevados ante la Justicia " lo antes posible ". La canciller, quien ha asegurado que Europa tiene una sola voz ante este conflicto, ha considerado que el diálogo tiene que comenzar " cuanto antes " para avanzar hacia la democracia y la libertad que reclaman millones de egipcios, hacia los que ha mostrado su comprensión.
" Queremos democracia en Egipto ", ha refrendado Zapatero, quien ha recalcado que es una demanda " urgente " de una parte mayoritaria de la ciudadanía. A su juicio, es " obligación " del Gobierno de Mubarak alcanzar esa democracia a través de la paz y el consenso, evitando el conflicto interno y teniendo en cuenta las reclamaciones de la oposición y de los movimientos ciudadanos. Para Zapatero, decir que Mubarak debe abandonar ahora el poder podría ser interpretado como una injerencia.