La libertad de prensa trata de abrirse camino en Túnez
La caída del presidente tunecino Zine al Abidine ben Ali el pasado 14 de enero supuso un cambio radical para los medios de información, que pasaron de un día a otro, de ser portavoces del régimen, a criticar descarnadamente los desmanes de la familia del dictador.
Sin embargo, periodistas de medios tradicionales y blogueros que jugaron un importante papel durante las revueltas populares que provocaron la huida de Ben Ali, sostienen que aún queda mucho por hacer y advierten de que la estructura política y administrativa fiel a Ben Ali continúa teniendo mucha influencia en el país. «Con la llegada de la revolución cambió el método, cambió todo en 24 horas. Tomamos la iniciativa de hacer informativos cada hora. Hemos partido de cero, con programas en directo. Hemos trabajado sin dormir», manifiesta a Efe el director de informativos de la televisión pública tunecina, Lassaad Dgech.
La televisión estatal pasó de llamarse el «Canal 7», en referencia al 7 de noviembre de 1987, cuando Ben Ali se hizo con el poder a tomar un nombre más acorde con la nueva situación: «Al Wataniya» (La Nacional).