Japón asegura que las filtraciones pueden durar varios meses
El Gobierno busca a los desaparecidos mientras reubica a los evacuados
El Gobierno de Japón advirtió ayer de que pueden pasar «varios meses» antes de que cesen las filtraciones radiactivas de la central nuclear de Fukushima y aseguró que es inevitable que la batalla sea «larga», informó la agencia local Kyodo. El ministro portavoz, Yukio Edano, citado por Kyodo, dijo además que el Ejecutivo estudia incrementar la ayuda a los evacuados en las inmediaciones de esa central, donde se ha decretado un área de exclusión en un radio de 20 kilómetros.
Más de tres semanas después del gran terremoto que desató la crisis nuclear, los operarios continúan sus trabajos día y noche para controlar cuatro de los seis reactores de la planta de Fukushima Daiichi, cuyo sistema de refrigeración resultó dañado por el tsunami que siguió al temblor. El Gobierno japonés sostiene que la radiactividad detectada hasta el momento en las inmediaciones de la planta de energía atómica no conlleva un peligro inmediato para la salud más allá del área evacuada. Edano explicó ayer que los análisis efectuados a niños residentes a una distancia de 20 a 30 kilómetros de la central no muestran ninguna evidencia de que hayan sido expuestos a niveles excesivos de radiactividad. Según la televisión pública NHK, los análisis se realizaron entre el 28 y 30 de marzo entre 900 niños y adolescentes de hasta 15 años.
En la planta, los técnicos de Tokyo Electric Power (Tepco), la empresa operadora, localizaron ayer una grieta de unos 20 centímetros por la que se filtra al mar agua con una elevada radiactividad. Los intentos por cubrir la grieta con hormigón no tuvieron éxito, por lo que ayer tienen previsto inyectar polímeros en polvo altamente absorbentes para tratar de detener el escape.
Desaparecidos. Por otra parte, cerca de 25.000 militares de Japón y EE.UU. intensificaron ayer la búsqueda de desaparecidos por el tsunami del 11 de marzo, mientras las autoridades comenzaron a reubicar a parte de los 163.000 evacuados que permanecían aún en refugios temporales. El seísmo de 9 grados Richter y el tsunami posterior dejaron al menos 12.020 muertos, según el último recuento policial, y hay otras 15.512 personas sin localizar pese a los esfuerzos de los equipos de búsqueda, que el viernes lanzaron una gran operación de tres días para peinar las zonas devastadas. Unos 18.000 efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa de Japón (Ejército) y 7.000 soldados de EE.UU., con la ayuda de policías, bomberos y guardacostas, redoblaron la búsqueda en el último día de ese despliegue.