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El presidente marfileño lanza una gran ofensiva para desalojar a su rival

Francia y la ONU ponen en marcha una operación para impedir muertes de civiles

Civiles caminan con las manos en alto para mostrar que van desarmados en Abiyán.

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cyprien tiesse | abiyán
León

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Las fuerzas leales al presidente electo marfileño, Alassane Ouattara, iniciaron ayer el que pretende ser el ataque final para tratar de hacerse con la capital económica del país y desalojar del poder al presidente saliente, Laurent Gbagbo. Paralelamente, el Ejército francés, junto a fuerzas de la ONU, puso en marcha una operación para neutralizar el armamento pesado utilizado contra la población civil por los partidarios de Gbagbo, derrotado en las urnas el pasado mes de noviembre.

Un comunicado de la presidencia francesa señala que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, «ha pedido el apoyo de las fuerzas francesas en estas operaciones» y el presidente Nicolas Sarkozy, «ha respondido positivamente». A partir de las 17.00 GMT se produjeron fuertes explosiones en el distrito de Plateau de Abiyán, donde se encuentra el palacio presidencial, en Adjame, el barrio en el que está situada la comisaría de Agban, la más importante de Costa de Marfil, y en Riviera, donde está el campamento militar más grande del país.

Para llevar a cabo el ataque, Ouattara cuentan con entre 4.000 y 5.000 soldados y decenas de carros de combate de las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI) y de los ex rebeldes de las Fuerzas Nuevas. A Alassane Quattara le apoyan milicias, mercenarios y miles de Jóvenes Patriotas que se han ofrecido como escudo humano.

Poco antes de que se desatara la ofensiva, el portavoz del Gobierno de Ouattara, Afoussy Bamba, dijo que la situación estaba «madura» para que la ofensiva de las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI) sea rápida». En una declaración a los medios, el primer ministro del presidente electo, Guillaume Soro, que también es ministro de Defensa, indicó que la estrategia de las FRCI para el asalto a Abiyán se ha ejecutado «casi a la perfección», aunque se negó a facilitar detalles sobre la ofensiva.

Las fuerzas favorables a Gbagbo mantienen sus últimas posiciones en los barrios de Le Plateau y Cocody, donde se ubica la residencia del presidente saliente, quien está rodeado de sus fieles, entre ellos miles de «Jovenes Patriotas» que se han ofrecido como escudos humanos, en respuesta a un llamamiento hecho por la televisión estatal marfileña, RTI.

También se ha puesto a disposición de Gbagbo el jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Philippe Mangou, que abandonó ayer la embajada de Sudáfrica, en la que se encontraba refugiado desde el viernes, para regresar junto con su familia a la residencia oficial del mandatario.

En medio de esta ofensiva se encuentra el secretario general adjunto de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, que llegó ayer a Abiyán para examinar la situación en el país, en especial en la región oeste, escenario de matanzas denunciadas por la ONU y varias ONG.