EXPECTACIÓN EN EL PALACIO DE JUSTICIA DE MILÁN
Arranca el juicio contra Berlusconi por abuso de poder y prostitución de una menor
Ni el primer ministro italiano ni la joven 'Ruby' acudirán a la vista que estará dedicada a los preliminares técnicos. Las juezas deciden empezar el proceso a pesar de que el Parlamento ha planteado
El palacio de justicia de Milán acoge a partir de este martes el juicio contra Silvio Berlusconi por su implicación en el llamado caso Ruby. La fiscalía acusa al primer ministro de Italia de abuso de poder y de incitación a la prostitución de una menor. El primer ministro ya ha anunciado que no asistirá a la primera audiencia de la vista oral, aunque sus abogados no han intentado, como otras veces, que su cliente causara una baja justificada por el cargo, por lo que la audiencia se celebrará igualmente. También se descarta la presencia de la joven Ruby, que solo comparecerá cuando sea citada.
El inicio del juicio se produce al día siguiente de que el Parlamento, dominado por los conservadores, acordara presentar ante el Tribunal Constitucional un conflicto de competencias por el caso Ruby. Por solo 12 votos de diferencia, la Cámara baja secundó la iniciativa del partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad, y de otros grupos que apoyan al Gobierno. La decisión parlamentaria provocó que cientos de personas salieran a la calle en las principales ciudades del país para protestar contra las medidas adoptadas para favorecer a Il Cavaliere en los cuatro procesos judiciales que tiene pendientes.
El primero de estos procesos es el que empieza este miércoles. La fiscalía acusa a Berlusconi de abuso de poder por haber presionado presuntamente, el pasado 27 de mayo, a los jefes de una comisaría de Milán para que soltasen a la joven marroquí Karima El Mahroug, alias Ruby, detenida por robarle 3.000 euros a una compañera. Il Cavaliere argumentó que la joven era nieta o sobrina (en italiano se dice igual) del entonces presidente de Egipto, Hosni Mubarak. Según los fiscales, la chica había pasado 13 noches en la casa de Berlusconi, entre el 14 de febrero y el 2 de mayo del 2010, y habría mantenido relaciones sexuales con el político, que le compensó con regalos y dinero. En este mismo proceso, el primer ministro es acusado de incitar a la prostitución a una menor ya que en aquella fecha Ruby todavía no había cumplido 18 años.
Calendario y testigos
A pesar de la tremenda expectación que ha despertado este juicio, la vista de hoy estará dedicada a los preliminares, como la constitución de las acusaciones particulares, la clasificación de datos y el establecimiento del calendario. Entre ellas figuran las de los policías que recibieron presiones para dejar en libertad a la joven, a pesar de que el juez de menores había ordenado la entrega de Ruby a un centro de acogida. Se dará la paradoja de que los agentes, funcionarios del Estado, se enfrentrarán asimismo a la demanda de los abogados de Berlusconi, que les reclamarán compensaciones por daños y perjuicios. La fiscalía ha presentado 20.000 folios de investigaciones sobre el caso.
Las tres juezas que presiden el tribunal deberán decidir sobre la aceptación de las listas de testigos que presentan las partes, que en total son 220. Entre ellos figuran 33 chicas, mayores de edad, sobre las que la fiscalía afirma y documenta que se prostituyeron con el jefe del Gobierno. También figura Nicole Minetti, que a los 25 años y después de haber confesado una relación con Berlusconi, es actualmente consejera autonómica de Lombardía (Milán). Minetti fue la persona a la que los agentes de la comisaría debían entregar a Ruby, según les ordenó supuestamente Berlusconi. Los abogados de Berlusconi, por su parte, han citado a testigos tan sorprendentes como el actor George Clooney o el futbolista del Real Madrid Cristiano Ronaldo, que no tendrían nada que ver con este asunto.
El proceso empieza a pesar de que, tras la decisión del Parlamento de presentar un conflicto de competencias por el caso Ruby, el Constitucional deberá decidir si es el Tribunal de Milán o un Tribunal de Ministros, dependiente de la Cámara, el que tiene potestad de juzgar el caso.