El presidente marfileño saliente gana terreno en zonas clave de Abiyán
Las fuerzas favorables al presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, se han hecho de nuevo con el control de los barrios de Le Plateau y Cocody, en la capital económica del país, Abiyán.
El subsecretario general de la ONU para las Operaciones de Paz, Alain LeRoy, advirtió anoche sobre la estrategia de Gbagbo, que amagó con una negociación esta semana para que sus fuerzas ganaran posiciones. «El martes se pusieron en contacto con nosotros para negociar una salida pacífica al conflicto. Fue un engaño para que sus fuerzas reforzaran sus posiciones», indicó LeRoy durante una conferencia de prensa en Naciones Unidas. Este avance de las tropas fieles a Gbagbo ha minado el ánimo de una parte de la población abiyanesa, que veía en el discurso del pasado miércoles del presidente electo, Alassane Ouattara, y en el control por parte de sus tropas de estas dos áreas clave de la ciudad un indicio de retorno a la normalidad.
Además, la Radio Televisión de Costa de Marfil (RTI), cuya señal se cortó debido a los bombardeos aéreos de la Misión de las Naciones Unidas en el país africano (Onuci) y de las fuerzas de la operación francesa «Licorne» volvió a retransmitir desde ayer.
1397124194 «Resistencia». En medio de este esfuerzo por aguantar en la Presidencia de Costa de Marfil, Gbagbo lanzó ayer, desde el búnker donde se encuentra atrincherado, un llamamiento al pueblo marfileño «a la resistencia para obstaculizar este enésimo golpe», en referencia al asedio al que le tienen sometido las tropas de Ouattara. En un comunicado divulgado ayer en Abiyán y firmado por su portavoz, Ahoua Don Mello, Gbagbo instó a los marfileños a seguir luchando «por la liberación de Costa de Marfil y de África», al tiempo que manifestó su pesar por «el sufrimiento impuesto (al pueblo marfileño) por Ouattara y sus terroristas». Asimismo, expresó «la firme convicción de que una Costa de Marfil gloriosa, orgullosa y próspera renacerá de las ruinas». En cuanto a su rival, el mandatario saliente señaló que «no ha sido elegido por el pueblo marfileño, ni investido por el Consejo Constitucional ni ha prestado juramento. Por consiguiente todas sus decisiones son nulas.