Humala gana las elecciones en Perú pero debe ir a una segunda vuelta

El escenario tan temido e invocado por algunos analistas parece ser realidad: Ollanta Humala, el exmilitar nacionalista que se levantó contra Alberto Fujimori en septiembre de 2000, en las vísperas de su huida de Perú, ha ganado las elecciones presidenciales que se han celebrado este domingo. Pero deberá ir a una segunda vuelta el 5 de junio en la que se enfrentará con quien quede segundo en estos comicios; el empresario Pedro Pablo Kuczynski o Keiko Fujimori, la hija del expresidente, deseosa de reivindicar el apellido del padre encarcelado.

Con el 50,5% de los votos escrutados, Humala ha obtenido el 27,62% de los sufragios, seguido de Kuczynski, que ha logrado el 23,11%, y de Fujimori, con el 21,95%, según ha informado la responsable de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, Magdalena Chú, que ha apuntado que su organismo espera tener en una semana los resultados oficiales al 100%. " Nos encantaría entregar el total en una semana pero ello depende de la rapidez con que sean resueltas las actas observadas y que lleguen las actas más alejadas del país que necesitan a veces de 5 a 6 días para llegar a los centros de cómputo ", ha apuntado Chú. Así, la principal incertidumbre es quién disputara a Humala la presidencia en la segunda vuelta.

Según tres sondeos a pie de urna, será Fujimori. La consultora CPI, daba a Humala el 33% de los votos, a Fujimori, el 22% y a Kuczynski, el 19%. Según el sondeo de la empresa Apoyo, Humala alcanza el 31%. Le siguen la hija del expresidente con el 21,4% y Kuczynski con el 19,2%, respectivamente. La consultora Datum también da al exmilitar y a Fujimori como los candidatos que pasan a la segunda vuelta. La oficina nacional electoral y la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendaron no obstante esperar al recuento de transparencia y al escrutinio oficial para tener un panorama más exacto de la contienda. Margen de error Debido al margen de error del recuento rápido, Kuczynski podría complicar las aspiraciones del fujimorismo.

El expresidente Alejandro Toledo, que hasta marzo lideró los sondeos, terminó en cuarto lugar. De nada le valieron los ruegos de Mario Vargas Llosa a la sociedad. El Premio Nobel pidió el voto para Toledo, considerando que era el único capaz de frenar a Humala. El temor a lo que la revista Caretas llamó " la tentación totalitaria " flotó el domingo en el aire. Humala llamó a la ciudadanía a participar "sin miedo". En el momento de emitir su sufragio hizo la "v" de la victoria.

" Chavista ", le gritaron y su rostro se agrió. Si algo ha tratado de borrar el nacionalista en estas elecciones es cualquier asociación con Caracas. Pero su moderación no termina de convencer a las clase media y mucho menos a los sectores altos. Le costará forjar alianzas para alcanzar la victoria el 5 de junio. Keiko, cuya campaña fue manejada por su padre desde la prisión, aguardaba expectante el resultado. " Esperamos confiados ", dijo, apenas conoció los primeros números. Candidatos de la " antipolítica "

En estas elecciones Perú renueva también todo su Congreso. Pero este dato ha quedado relegado a un segundo plano. Algunos se preguntan cómo se ha llegado a esta situación otra vez, con dos candidatos de la " antipolítica " en condiciones de pasar a la segunda vuelta. Humala, que en octubre del 2000 lideró una insurrección de ribetes grotescos contra Fujimori en el extremo sur del país, obtuvo el 30% de los votos en la primera vuelta de las presidenciales del 2006 y casi gana en segunda. El miedo a un clon de Hugo Chávez hizo que millones de peruanos se inclinaran entonces por Alan García, a pesar de los malos recuerdos que tenían de su primer Gobierno (1985-90).

García atribuyó el fenómeno Humala al universo de excluidos en el sur peruano: el crecimiento económico debía llegar a ellos para que no cayeran en la trampa de los falsos profetas. El presidente termina su segundo mandato con una envidiables indicadores macroeconómicos. Pero los beneficios de la bonanza, basada principalmente en la explotación minera, siguen sin llegar a los que menos tienen, que han vuelto a escuchar con atención las promesas de Humala y de Fujimori.

Incertidumbre

Hay en Perú una certeza de que todo es incierto. Las preferencias de hoy pueden ser el desdén de mañana. García no pudo ungir heredero debido a su impopularidad del 70 % (lo mismo le sucedió a Toledo en el 2006). Apostó sus fichas por el alcalde limeño Luis Castañeda. Todo parecía ir de maravillas. Lucho encabezaba cómodamente los sondeos. De un día para el otro cedió ese lugar a Toledo. El exmandatario fue el candidato favorito durante tres meses. Hasta que Humala, por quien no se daba un duro, empezó a liderar las encuestas. " Los llamados a considerar el lado peligroso de las candidaturas de Humala o de Keiko Fujimori han tenido hasta aquí muy poco efecto ", sostuvo el columnista del diario La República Mirko Lauer.

" Los peruanos no tenemos mucho aprecio por nuestra democracia ni por sus partidos. De allí la perenne búsqueda de rostros que refresquen o contradigan el orden democrático liberal ", señaló. Lauer no deja de constatar una amarga paradoja. " Lo que Mario Vargas Llosa llama enfermedades algunos lo ven como antídotos contra una democracia insatisfactoria ".