Fidel Castro confirma su renuncia a la dirección del Partido Comunista

El expresidente de Cuba Fidel Castro ha renunciado a la dirección del Partido Comunista de Cuba (PCC), en el que no desea ocupar cargo alguno, según ha confirmado él mismo. " Raúl conocía que yo no aceptaría cargo alguno en el partido ", ha señalado Castro, de 84 años, en alusión a su hermano y actual presidente cubano en un texto divulgado por la web Cubadebate, uno de los medios en los que Fidel suele publicar sus reflexiones.

Fidel, primer secretario del partido (máximo cargo de la organización) desde su fundación en 1965, había cedido la dirección a su hermano Raúl Castro en el 2006 por motivos de salud. " El había sido siempre quien me calificaba de primer secretario y comandante en jefe, funciones que delegué cuando enfermé gravemente. Nunca intenté ni podía físicamente ejercerlas, aun cuando había recuperado considerablemente la capacidad de analizar y escribir ", añade el dirigente en su escrito.

También revela que sugirió a su hermano que excluyera de la lista de candidatos al comité central a quienes, " ya por sus años o su salud, no podrían prestar muchos servicios al partido ". " Y añadí que lo más importante es que yo no apareciera en esa lista ", ha añadido.

En la última de sus Reflexiones, divulgada el lunes bajo el título Los debates del Congreso, Castro se manifiesta partidario de que la nueva generación de políticos que dirigirá el Partido Comunista de Cuba (PCC) deberá rectificar " todo lo que debe ser rectificado " para seguir construyendo el socialismo. " La nueva generación está llamada a rectificar y cambiar sin vacilación todo lo que debe ser rectificado y cambiado, y seguir demostrando que el socialismo es también el arte de realizar lo imposible: construir y llevar a cabo la Revolución de los humildes ", escribe el líder cubano.

Defensa de la Revolución

Considera que la tarea de la nueva generación " es todavía más difícil " que la asumida por la suya cuando se proclamó el socialismo en Cuba hace 50 años. " Persistir en los principios revolucionarios es, a mi juicio, el principal legado que podemos dejarle (a la nueva generación). No hay margen para el error en este instante de la historia humana ", considera Castro. Aprovecha el expresidente para cargar contra EEUU, su eterno enemigo, y subraya que el PCC debe ser " capaz de enfrentarse a la política del imperio que pone en peligro a la especie humana y genera gánsteres como los de la OTAN, capaces de lanzar en solo 29 días (...) más de 4.000 misiones de bombardeo sobre una nación de África ", apunta en alusión a Libia.

Los delegados del PCC, que celebran su sexto congreso en La Habana y el primero sin Fidel, ya han elegido al comité central del partido, que este martes mantendrá su primera reunión para elegir a la cúpula de la organización: su buró político y su secretariado. Se espera que Fidel sea sustituido por su hermano Raúl.

El histórico cónclave aprobó el lunes el plan de reformas económicas planteado por el presidente, Raúl Castro, para " actualizar " el modelo económico de la isla y garantizar la " irreversibilidad " del socialismo. En una resolución aprobada por unanimidad, los comunistas cubanos apuntan también como objetivo del plan de ajustes el desarrollo económico y " la elevación del nivel de vida de la población ".

Iniciativa privada y mandatos limitados

Así, a pesar de que la empresa estatal socialista será la forma principal en la economía nacional, se " reconocerá y promoverá " la " inversión extranjera, las cooperativas, los agricultores pequeños, los usufructuarios, los arrendatarios, los trabajadores por cuenta propia y otras formas que pudieran surgir para contribuir a elevar la eficiencia ".

La " actualización " económica cubana incluye la ampliación del trabajo privado, un masivo recorte de las abultadas plantillas públicas, más autonomía a la gestión de las empresas estatales y la eliminación de subsidios sociales innecesarios, entre otros.

Los delegados del PCC también dieron su visto bueno a la propuesta de Castro de limitar los mandatos de los principales cargos políticos y partidarios del país a un máximo de 10 años y de rejuvenecer los puestos directivos del país y formar una " reserva de sustitutos " para preparar el relevo de la generación histórica de la Revolución.