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REACCIÓN A LA MUERTE DE BIN LADEN

Las fuerzas afganas matan a 25 presuntos terroristas

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REUTERS / Assadabad

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Las fuerzas de seguridad afganas (entrenadas por la OTAN) han matado o herido este martes a veinticinco personas, que las autoridades describen como combatientes, después de que estos cruzaran la frontera de Pakistán a Afganistán. El gobernador de la provincia afgana de Nurestán, Jamaluddin Badr, fronteriza con Pakistán en el noreste del país, ha informado de que entre los combatientes muertos se encuentran árabes, chechenos y paquistanís. Esta acción podría ser la respuesta a un primer intento de los combatientes islamistas para vengar la muerte del líder terrorista Usama Bin Laden. "Somos conscientes de que Al Qaeda podría intentar ahora infiltrarse en Afganistán.

En consecuencia, hemos lanzado una operación de control en las fronteras", explica Badr. El refugio de los talibanes Los talibanes, células de Al Qaeda y otros islamistas radicales han operado durante largo tiempo en las regiones del noroeste de Pakistán cercanas a la frontera con Afganistán. Estas son provincias tribales de habla pastún (lengua de los talibanes) y en las que el Gobierno paquistaní tiene dificultades para hacer cumplir la ley.

De hecho, Bin Laden encontró cobijo entre los talibanes afganos hasta los ataques del 11 de septiembre, cuando durante la ofensiva lanzada por la OTAN atravesó la frontera haca Pakistán en busca de refugio. Aumento de la violencia Analistas, militares y políticos ya han advertido que la respuesta inmediata de los radicales violentos tras la muerte de Bin Laden sería un aumento de la violencia en Afganistán como un intento de devolver el golpe.

Estos ataques estarían favorecidos por la época primaveral, ya que los combatientes suelen intensificar sus ataques después de que se funda el hielo en las montañas afganas, porque se pueden mover con más facilidad. La violencia en Afganistán alcanzó su nivel máximo durante el 2010, con un record en el número de muertos y heridos tanto civiles como militares. Todo ello a pesar de los 150.000 militares aliados con presencia en el país.