Hungría juzga a uno de los últimos criminales de guerra nazis

Un tribunal de Budapest ha iniciado el juicio contra Sandor Kepiro, de 97 años, considerado como uno de los últimos criminales de guerra nazis que quedan vivos. Kepiro está acusado de crímenes de guerra contra los judíos en Serbia en 1942, en concreto por una redada entre el 21 y el 23 de enero en Novi Sad, un territorio que ahora es serbio, tras la que murieron al menos 1.200 civiles, entre judíos y gentiles.

El antiguo capitán de policía deberá responder de haber asesinado a 36 personas, lo que puede suponerle cadena perpetua. Kepiro, vestido con un traje gris verdoso, llegó al tribunal de Budapest a paso muy lento y apoyándose en un bastón. Asegura que es inocente y califica el proceso como "circo" y las acusaciones de "mentiras". Efraim Zuroff, dirigente de la organización antinazis Centro Simon Wiesenthal afirmó que espera que sea "por fin condenado y castigado".

"Es el primer proceso de un criminal de guerra húngaro, y como Hungría colaboró con el régimen nazi, es muy importante que se celebre. No puede haber ni clemencia ni simparía, no se pueden ignorar los hechos", añadió. Zuroff localízó a Kepiro en Hungría, en el 2006, donde había entrado discretamente con un pasaporte húngaro en 1996 tras más de medio siglo exiliado en Argentina. Una treintena de estudiantes se manifestaron ante el tribunal para exigir que se haga justicia.