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Bin Laden llevaba más de cinco años viviendo en Abbottabad

Pakistán mantiene detenidas a sus tres esposas y a 13 de los hijos del terrorista

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colpisa | islamabad

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La más joven de las tres esposas de Osama bin Laden, halladas en la casa donde un comando estadounidense le dio muerte, aseguró a los investigadores que el jefe de Al Qaeda había vivido allí en los últimos cinco años, según dijeron responsables de la seguridad pakistaní.

Amal Ahmed Abdulfattah, yemení de 29 años, fue herida de bala en una pierna por los soldados estadounidenses que mataron luego a Bin Laden en esa casona de Abbottabad, una ciudad-guarnición a dos horas de carretera de Islamabad. Nacida el 27 de marzo de 1982 según su pasaporte yemení, del cual la AFP pudo ver una copia escaneada, Amal Ahmed Abdulfattah «asegura en árabe que Bin Laden y su familia vivían en esa propiedad desde hacía cinco años, y que él jamás había salido de esa casa», según declaró un responsable de las fuerzas de seguridad que pidió no ser identificado. «Pero se trata únicamente de sus declaraciones, no las hemos corroborado aún», añadió la misma fuente.

Según el mismo oficial, el comando estadounidense se llevó el cuerpo de Bin Laden y «tal vez» a uno de sus hijos, muerto o vivo. Los militares pakistaníes que llegaron al lugar tras la partida del comando encontraron cuatro cadáveres en la casa: los de otro hijo de Bin Laden, dos guardaespaldas del jefe de Al Qaeda -” «dos kuwaitíes»-” y una mujer.

Las fuerzas pakistaníes se llevaron, y aún las mantienen en detención, a 16 personas halladas vivas en la propiedad: las tres esposas del jefe de Al Qaeda, de nacionalidades yemení y saudita, así como 13 hijos, según las mismas fuentes de los servicios de seguridad pakistaníes. La identidad de los dos «guardias kuwaitíes» de Bin Laden es investigada por los servicios de seguridad de Pakistán.

Venganza. Por otro lado, comandos de insurgentes, varios de ellos suicidas, lanzaron ayer un ataque múltiple contra edificios oficiales en la ciudad meridional afgana de Kandahar, horas después de que el movimiento talibán prometiese vengar la muerte de Osama bin Laden. E l ataque más grave tuvo como escenario la oficina del gobernador regional en la ciudad, que causó heridas al menos a diez personas. «Al menos diez personas, incluidos civiles y militares afganos, han resultado heridas» en el ataque contra la oficina del gobernador de la provincia de Kandahar, dijo el portavoz de ese representante político, Zalmai Ayubi.

Algunos miembros de este comando intentaron sin éxito acceder a una comisaría de la Policía, pero fueron tiroteados o detenidos por las fuerzas de seguridad, mientras que el resto de los agresores se atrincheró en un hotel y siguió disparando desde allí.

De manera simultánea, otro grupo de insurgentes atacó un edificio de los servicios de inteligencia afganos y un complejo policial en las afueras de la ciudad, según la fuente, que precisó que durante la jornada se registraron en total una decena de explosiones. Un representante talibán, Mohamad Yusuf Ahmadi, confirmó a Efe que en el ataque múltiple participaron «varios combatientes», entre ellos «suicidas», y aseguró que causaron un gran número de víctimas.

La ofensiva, que duró algo más de cuatro horas hasta que las fuerzas de seguridad recuperaron el control, llega poco después de el movimiento talibán anunciase que la muerte del líder de la red Al Qaeda, Osama bin Laden, «dará un nuevo impulso» a su lucha. Los talibanes habían optado hasta ahora por no pronunciarse sobre la muerte de Bin Laden alegando falta pruebas que la confirmasen.