La violencia confesional se cobra otros once muertos más en El Cairo
Musulmanes y cristianos se enzarzan a los dos meses de registrarse trece muertos
La violencia confesional entre cristianos y musulmanes, azuzada una vez más por rumores, ha vuelto a golpear Egipto, con al menos once muertos, justo dos meses después de que otro brote de violencia similar acabara con la vida de trece personas.
En la noche del sábado, un grupo de musulmanes enfurecidos intentó asaltar la iglesia de Mar Mina, en el corazón del popular y empobrecido barrio de Imbaba, después de que se extendiera el rumor de que dentro de la iglesia mantenían retenida a una cristiana convertida al islam.
«Nos dispararon desde dentro de la iglesia, hay armas escondidas en esta y en todas las iglesias del país», aseguró ayer un hombre que prefirió no identificarse y que junto a varios cientos de musulmanes armados con hierros y palos insistían en su intención de entrar en el templo.
Sin embargo, no ha sido posible establecer quién empezó el enfrentamiento, en el que también se utilizaron cócteles molotov, ni quien comenzó los disparos, tal y como comentó la televisión pública egipcia.
La tensión era palpable en el ambiente a pesar de la presencia de dos decenas de vehículos de la Policía y seis vehículos blindados del Ejército, que cerraban los accesos a la iglesia.
Jóvenes adolescentes, niños y algunos hombres que parecían seguidores de la rigorista corriente islámica salafí, se movían nerviosos, palos en mano, buscando la manera de acercarse al templo. En apenas veinte minutos, intentaron destrozar un coche y golpear a sus ocupantes, que lograron huir, tiraron piedras contra una casa y dieron una paliza a un ciudadano ante la pasividad de las fuerzas de seguridad, que dispararon al aire en una ocasión para intentar, sin éxito, dispersar a las masas enfurecidas.
El nerviosismo fue creciendo durante la mañana de ayer, a pesar, incluso, de la visita del ministro de Interior, Mansur Aisawi, que intentó tranquilizar los ánimos. Al mediodía, se produjo un nuevo tiroteo y otras cinco personas resultaron heridas.
Para evitar que el problema se desborde, el Gobierno celebró una reunión de emergencia y el primer ministro, Esam Sharaf, canceló una gira por los países del golfo Pérsico.
Por su parte, el Ejército ha anunciado que 193 personas han sido detenidas en relación a los sucesos, en los que 143 ciudadanos resultaron heridos -varios de ellos graves-, y precisó que los sospechosos tendrán que responder ante tribunales militares.
«Toda la vida hemos vivido juntos (cristianos y musulmanes) pero hay gente que quiere que haya problemas», aseguró Rida, sentado en el único café que permanece abierto cerca de la iglesia. No obstante, junto a él, un amigo que se identificó como Hamuda al Masri, insistió en que los primeros «disparos salieron de dentro de la Iglesia».
Además de las víctimas registradas en los enfrentamientos de la calle Luxor, un grupo de manifestantes musulmanes quemó en la noche del sábado la iglesia de Al Adra, en la calle al Wahda, también en Imbaba.