MÉXICO
Mueren 12 sicarios y un militar mexicano en un choque en la frontera con EEUU
Un enfrentamiento entre personal de la Marina mexicana y presuntos sicarios causó 13 muertos, entre ellos un militar, en las inmediaciones de la Presa Falcón, situada en el estado de Tamaulipas en una zona fronteriza con Estados Unidos, informó hoy la Armada.
Los hechos ocurrieron el domingo cuando la Marina " repelió una agresión armada de miembros de la delincuencia organizada " y se libró el choque armado, en el que también participó el Ejército mexicano, agregó la dependencia oficial en un comunicado.
El enfrentamiento se registró cuando miembros de la Secretaría de Marina (Semar) patrullaban un islote ubicado en la Presa Falcón, unos 3,5 kilómetros al noreste de la población mexicana de Nueva Ciudad Guerrero, y encontraron " un campamento presuntamente del grupo delictivo de 'Los Zetas' ", cuyos integrantes comenzaron a agredir al personal naval, explica la nota. Según el comunicado, los militares se incautaron de varias armas, además de municiones y cargadores en ese campamento, que " tenía la función de punto de concentración de marihuana para ser transportada en lanchas hacia los Estados Unidos ".
En la operación los marinos mexicanos recibieron el apoyo de personal militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegado en Nueva Ciudad Guerrero. La población más importante en las inmediaciones de la Presa Falcón del lado estadounidense es Zapata (Texas).
El 30 de septiembre del año pasado un estadounidense que circulaba en una moto de agua por la zona, David Hartley, desapareció tras ser atacado por presuntos sicarios. Su cadáver nunca fue encontrado, aunque las autoridades de Tamaulipas lo buscaron hasta el 14 de octubre.
En Estados Unidos, el gobernador de Texas, Rick Perry, llegó a pedir a las autoridades mexicanas que llevaran a buen término la investigación, que aún no ha dado frutos. Las muertes registradas ayer se suman a la ola de violencia desatada en México, que desde diciembre de 2006 a la fecha ha dejado cerca de 40.000 fallecidos.
La misma está protagonizada por las organizaciones criminales que se disputan el control de amplias zonas del territorio mexicano utilizadas, sobre todo, para el tráfico de droga, y su saldo fatal es, en la mayoría de los casos, consecuencia de choques armados entre grupos criminales rivales, según el Gobierno.