LEYENDA URBANA
La antigua profecía de un terremoto sacude Roma
Esta mañana uno no sabía si mirar al cielo, como postrera ojeada hacia la luz, o al suelo, por si se abrían las entrañas de la tierra. Porque es hoy el día en que, según Raffaele Bendandi (1893-1979), sismólogo aficionado, Roma debería ser engullida por un terremoto. Adiós al Coliseo, al Arco de Tito, Piazza Navona.
Y también al Vaticano, claro. A lo mejor algunos estarían incluso contentos de perecer con la institución más antigua del mundo, comparable solo al poder de la Ciudad Prohibida de Pekín. Y son precisamente los chinos romanos los que hoy están demostrando una mayor superstición. El barrio chino de la capital italiana, que nada tiene que ver con burdeles y tascas al estilo George Brassens, estaba esta mañana muy tranquilo, porque muchas de sus numerosas tiendas han cerrado. Por vacaciones o un luto imprevisto.
De las puertas de sus tiendas cuelgan cartelitos en los que informan sobre su ausencia, que, mira por donde, durará solo 24 horas. En los ministerios ¿Roma los concentra-- también han causado baja muchos funcionarios. Villa Borghese, una especie de parque del Retiro de Madrid, pululaba curiosamente de muchos más visitantes que lo habitual a primeras horas de esta mañana.
Había familias enteras con cesta para el picnic, como si se dispusieran a estar mucho rato sentadas en el césped. En algunos cafés los camareros hablaban de abuelas y tíos que ayer pidieron a sus nietos y sobrinos que les llevasen "a la casa del campo", que les había entrado unas ganas repentinas de tomar una bocanada de aire puro, que, "ya sabes la primavera ha llegado, los frutales han brotado, los prados son una alfombra de dientes de león recién florecidos".
Difundido en las redes sociales Nadie justifica demasiado sus deseos impelentes de estar en otro sitio que no sea a casa y en Roma. Pero el terremoto que debería llegar hoy ¿una pesadilla no saber exactamente cuando¿es el tema de conversación. Hasta en el quiosco le preguntaban esta mañana al señor de los diarios si no temía que su barraca se le viniera abajo. Eran bromas. Pero, mientras, el terremoto de la psicosis --ese sí era real-- ha llegado de verdad. Facebook, blackberries, ordenadores, ipads, del.icio.us, Digg, Buzz, Twitter y todas las diablerías inventadas para estar siempre conectados ¿quién sabe bien para qué-- pululaban de previsiones, amenazas, creencias¿
La centralita de Protección Civil y sus buzones de correo electrónico se han colapsado por las demandas de información. Y por si acaso, sus responsables responden al teléfono que no aseguran nada, pero que es "extremadamente improbable que este miércoles se produzca el terremoto del que se habla". Tranquilizan ¿será un decir¿ explicando que "la probabilidad del terremoto para hoy es igual a mañana, pasado mañana, dentro de un año o de cien años".
Poco consuelo. Por si acaso también, el ayuntamiento ha dedicado al evento de la psicosis unos teléfonos gratuitos y así el gobierno autonómico. Nunca se sabe. Aún siendo un aficionado, Bendandi descubrió en 1910 cuatro nuevos planetas y cuando en Roma gobernaba Benito Mussolini dejó un sobre cerrado con algunas previsiones para los años venideros.
Entre ellas, el terremoto de hoy. "Una leyenda metropolitana", sonríen en el ayuntamiento, que asienta sus cimientos en una colina que en su día fue sacudida por un seísmo de verdad. Muy enfadada por el asunto, Codacons, la mayor asociación de consumidores, ha presentado un alegado a la fiscalía contra los portales, blogs, teles, radios, diarios y un largo etc, para que incluya todos los medios, en el caso de que el pleito prosiga.
El alegato apunta a denunciarles por "haber provocado alarma y haber abusado de las creencias populares". ¿Cuantas denuncias se podrían presentar con las mismas razones?