La detención de Strauss-Kahn conmociona a Francia

En Francia, donde todas las encuestas le daban como ganador de las presidenciales del 2012, el escándalo sobre la acusación de abuso sexual a Dominique Strauss-Kahn ha sacudido a la opinión pública. La clase política, conmocionada, se debate entre la prudencia y el estupor. La primera secretaria del Partido Socialista (PS), Martine Aubry, se declara "estupefacta" y admite que se trata de un "mazazo" para el partido a las puertas de un proceso de primarias en el que el presidente del FMI partía como gran favorito. El próximo 13 de julio acaba el plazo para oficializar las candidaturas a las primarias socialistas --previstas para el mes de octubre-- y todo el mundo en el PS daba por hecho que Strauss-Kahn abandonaría su ambigüedad --su cargo en Washington le impide hablar de política-- para presentarse. En este contexto, su detención en Nueva York es vivida como un cataclismo en el partido. "Es una noticia terrible", dice François Hollande, candidato declarado a las primarias socialistas. Mientras los colaboradores de Stauss-Kahn hablan de "trampa" y apelan a la "presunción de inocencia", otros juzgan su candidatura tocada de muerte. Jacques Attali, exconsejero del expresidente socialista François Mitterrand, admite que lo tiene muy difícil. Problemas para Sarkozy La situación es también embarazosa para el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que impulsó su candidatura a la presidencia del FMI. Bernard Debré, miembro del partido del gobierno, califica la situación de "vergonzosa" y de "humillación para Francia". Este dirigente alude también a la "actitud equívoca" de Strauss-Kahn con las mujeres. Divorciado dos veces y casado en terceras nupcias con la periodista y rica heredera Anne Sinclair, no es la primera vez que su inclinación por las mujeres le causa problemas. "No puedo decir que me haya sorprendido, era un secreto a voces,que algunos califican de pulsión, otros de fragilidad, yo diría que es una patología", ha dicho la presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, para quien no hay duda de que Strauss-Kahn no está en condiciones de representar a Francia.