Egipto reabre de forma permanente su frontera con Gaza cuatro años después
La reapertura es posible gracias a la Primavera Árabe y el cambio de régimen
Egipto reabrió ayer de forma permanente su frontera con Gaza, única salida al mundo para la población de la franja que no depende de Israel, por primera vez en los últimos cuatro años, medida considerada un espaldarazo a Hamás. Al menos 300 palestinos pudieron atravesar a bordo de cinco autobuses la terminal fronteriza de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, con dirección al territorio egipcio, y dos centenares de personas entraron en Gaza desde el país vecino, según estimaron fuentes oficiales palestinas.
La reapertura del paso fue posible gracias a la Primavera Árabe y el cambio de régimen en Egipto, y supone un balón de oxígeno para el millón y medio de palestinos de la paupérrima Gaza, bloqueada por Israel y el vecino país árabe desde que el grupo islamista Hamás tomó el control del territorio en junio del 2007.
Sin embargo, la medida fue tomada con preocupación y escepticismo en Israel, donde las autoridades políticas y militares temen que la terminal se convierta en el punto de acceso sin restricciones a militantes radicales además de armas y munición.
La apertura de Rafah se produjo pasadas las 09.00 de la mañana hora local (07.00 GMT), como habían programado las autoridades egipcias, que lo mantendrán abierto de forma regular seis días a la semana hasta las 17.00 hora local (15.00 GMT). «Todo ha transcurrido bien y ordenadamente», aseguró un funcionario de la Policía de Hamás que se identificó como Abu Osama.
En virtud de las nuevas regulaciones, cualquier palestino podrá cruzar la frontera libremente con la excepción de los hombres entre los 18 y 40 años, a los que se requerirá un visado especial emitido por las autoridades egipcias.
Las mujeres tampoco requieren ninguna gestión previa, y todo lo que tienen que hacer los viajeros es presentarse con sus pasaportes ante las autoridades del movimiento islamista Hamás desplegadas en la terminal y esperar a que un autobús los traslade al otro lado del límite divisorio.
Cientos de palestinos se concentraron a primera hora del día en la parte palestina del paso fronterizo en espera de su reapertura con la característica ansiedad e ilusión de poder cruzar.
Uno de ellos, Abu Zeyad Yasin, de 56 años con doble nacionalidad palestino-rumana, se disponía a pasar al otro lado después de haber viajado a la franja desde Rumanía para visitar a sus padres residentes en Gaza.