La ONU denuncia la muerte de 1.500 civiles en el conflicto de Afganistán
Un suicida mata a cuatro personas en el funeral del hermanastro del presidente
La ONU denunció ayer que casi 1.500 civiles murieron en el semestre pasado en el conflicto afgano, la mayoría por la insurgencia, que hizo este jueves otra exhibición de fuerza con un atentado contra una ceremonia por el hermano del presidente. La misión de Naciones Unidas en Afganistán (Unama), que presentó en Kabul su tradicional informe de mitad de año, cifró en 1.462 el número de civiles fallecidos entre enero y junio del 2011, lo que supone un aumento del 15% respecto al ejercicio anterior.
Los atentados suicidas y las bombas camineras, métodos habituales de los integristas para hostigar a las fuerzas de seguridad en Afganistán, fueron una vez más los responsables del mayor número de víctimas, con casi la mitad del total, el 49%. La directora de derechos humanos de la Unama, Georgette Gagnon, argumentó que los artefactos explosivos improvisados «no distinguen entre un objetivo militar y civil» y mantuvo que «esta táctica contraviene la ley humanitaria internacional».
«Todas las víctimas civiles, da igual quién sea el bando responsable, tienen un impacto trágico y duradero en las familias y las comunidades. Los civiles solo ganarán en Afganistán cuando las víctimas empiecen a disminuir», agregó el representante especial de la ONU, Staffan de Mistura. Estas nuevas cifras certifican la tendencia ascendente de las estadísticas, que ya convirtieron el 2010 -”con 2.777 víctimas mortales-” en el año más mortífero desde la invasión a Afganistán de EE.UU. y la caída del régimen talibán.
Nuevo atentado. Tras el asesinato este martes del hermanastro del presidente afgano Ahmed Wali Karzai, un suicida mató ayer al menos a cuatro personas en un atentado contra una mezquita de la ciudad sureña de Kandahar donde se ofrecía una ceremonia fúnebre por la víctima. El ataque tuvo lugar a escasos cien metros de la residencia local del presidente Hamid Karzai, y entre los fallecidos se halla el jefe del Consejo de clérigos de Kandahar, Hekmatulá Hekmat, según fuentes oficiales.
El atentado de ayer llega dos días después del asesinato de Wali Karzai, que era el jefe del Consejo provincial de Kandahar y estaba considerado el hombre más poderoso del sur afgano, y después de otro ocurrido ayer contra una comitiva oficial que se dirigía a su entierro. Entretanto, la insurgencia talibán hace caso omiso de cualquier advertencia de la comunidad internacional y parece envalentonada con el comienzo, este mes, de la retirada progresiva de las fuerzas de la Alianza Atlántica del país centroasiático.