Duisburgo recuerda las víctimas de la ''Loveparade''

Este domingo hace un año de la tragedia en el festival de música ''Loveparade'' celebrado en la ciudad alemana de Duisburg. Centenares de ciudadanos de esta localidad depositaron anoche velas encendidas, flores, mensajes, fotos y dedicatorias en el túnel donde un año atrás se desencadenó la tragedia de la " Loveparade ", en la que murieron 21 personas --entre ellas, dos catalanas-- al desatarse el pánico entre la multitud.

A estos actos recordatorios espontáneos de la población ha seguido una ceremonia, en el estadio de fútbol de la ciudad, con la presencia del primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, entre otros.

En cambio, no ha acudido el alcalde de Duisburgo, Adolf Sauerland, como tampoco lo hizo en las ceremonias del año pasado, por respeto a los sentimientos de los familiares y las víctimas, ni tampoco, por el mismo motivo, el organizador entonces del evento, Rainer Schaller.

Tanto al alcalde como al organizador de la " Loveparade " se les sigue considerando responsables en parte de la tragedia, en tanto que responsables de que se autorizase una fiesta que se sabía iba a ser multitudinaria para la que finalmente no se habían previsto los dispositivos de seguridad precisos.

Con motivo del aniversario, los familiares de las víctimas, Clara Zapater y Marta Acosta, se han desplazado hasta Duisbur para participar en los actos previstos en recuerdo de los desaparecidos. " Tenemos el corazón oprimido, pero también la necesidad vital de estar aquí ", ha explicado Francisco Zapater, el padre de una de las víctimas.

La tragedia tuvo lugar el 24 de julio del año pasado, cuando más de un millón de jóvenes asistieron al conocido festival de música electrónica " Loveparade ". Varias personas cayeron de una de las escaleras de emergencia que no estaba habilitada y poco después se originó una avalancha humana en el túnel de acceso al recinto --en el que no había salidas de emergencia-- y la multitud quedó atrapada.

La estampida provocó que 21 jóvenes perdieran la vida, la mayoría de ellos por asfixia o aplastadas por otros jóvenes que intentaban desesperadamente escapar de la avalancha humana.