No hay supervivientes en el accidente del avión de Chile

“No hay sobrevivientes”. El Gobierno chileno informó de manera lacónica la información tan temida: los 21 pasajeros que viajaban a la isla Juan Fernández, a 600 kilómetros del territorio, fallecieron de inmediato al caer el avión al mar. La aeronave quedó “completamente destruida", informaron las autoridades.

El presidente Sebastián Piñera calificó al accidente de “extraordinariamente grave”. Se trata de la peor tragedia aérea de las últimas tres décadas. “Las evidencias que hemos podido constatar es que se trató de un impacto de gran intensidad, y estamos trabajando sobre la hipótesis de que un impacto de esa naturaleza debió provocar el fallecimiento instantáneo de las personas que iban en el avión”, señaló el ministro de Defensa, Andrés Allamand, en la noche del sábado.

Unas 600 personas han participado en el operativo de búsqueda de los cuerpos que cayeron al mar, a una profundidad de más de 50 metros. Cuatro cadáveres La presunción de que se trataba de una tragedia total se tuvo en las primeras horas del sábado, después de que se encontraran los cadáveres de cuatro de los tripulantes. Desde ese momento, el Gobierno ha comenzado a preparar a los chilenos para el peor de los desenlaces. “Nunca perdemos la fe, pero no quiero crear falsas esperanzas”, advirtió el mandatario.

Un testigo presencial de la desaparición del avión CASA 212, Felipe Paredes, calificó de “terrible” el accidente. Entre los pasajeros del avión se encontraba el popular presentador televisivo Felipe Camiroaga. Lo acompañaba un equipo de la Televisión Nacional de Chile que tenía intenciones de efectuar un programa sobre el trabajo de recuperación de la isla Juan Fernández tras el tsunami de febrero del 2010. Camiroaga era una figura de fuerte popularidad en el mundo del espectáculo de ese país. La caída del avión en medio del océano Pacífico, dijo Piñera, ha tocado “el corazón y el alma de todos los chilenos”.