Al menos tres muertos por la represión de las fuerzas de seguridad en Siria

Al menos tres personas murieron hoy en distintas localidades de Siria por la represión de las fuerzas de seguridad, que siguieron practicando detenciones y disparando contra la población, señalaron grupos opositores y de derechos humanos.

El Observatorio sirio de Derechos Humanos precisó que el cadáver de un joven arrestado ayer fue entregado en la localidad de Telbisa en la provincia de Homs, en el centro del país, donde también una mujer y un niño resultaron heridos por los disparos de francotiradores.

Otra persona murió en la localidad de Harasta, en los alrededores de Damasco, tras ser herido durante una de las redadas practicadas por los cuerpos de seguridad en la víspera. También cerca de la capital, en el barrio de Qudsia, otro joven perdió la vida por disparos recibidos ayer.

El viernes, al menos 23 personas murieron en Siria y varias resultaron heridas por disparos de las fuerzas de seguridad en una nueva jornada de protestas contra el régimen de Bachar al Asad.

Por su parte, los opositores Comités de Coordinación Local afirmaron que las comunicaciones permanecen cortadas en zonas de la provincia meridional de Deraa, al tiempo que falta suministro eléctrico en Alepo (norte).

En Homs, las fuerzas sirias abrieron fuego con armas pesadas contra los manifestantes para dispersarlos, mientras que en Hama (centro) continuaron los arrestos y el despliegue de miembros de seguridad.

Por su parte, un portavoz del Ejército sirio justificó hoy la ofensiva militar lanzada durante los últimos días en la localidad de Al Rastan (Homs) por la presencia de "grupos terroristas" y negó que se hubiera bombardeado la zona desde el aire, tal y como recogieron medios de comunicación internacionales.

En declaraciones a la agencia oficial Sana, la fuente aseguró que entonces siete militares y dos oficiales murieron en los enfrentamientos, que dejaron también 32 heridos.

Ninguna de estas informaciones pudo ser verificada de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.

Las protestas en Siria comenzaron el pasado marzo y desde entonces la represión del régimen ha causado la muerte de al menos 2.700 personas, de los que un centenar son niños, según las últimas cifras facilitadas por las Naciones Unidas.