Los rebeldes libios lanzan un ataque masivo al último gran baluarte del gadafismo
Un rebelde libio pasa junto a un vehículo de los gadafistas.
Una fuerza de un centenar de vehículos cargados con armamento pesado avanzó ayer hacia el sur de la ciudad natal de Muamar Gadafi, Sirte, en uno de los mayores asaltos que el Gobierno interino de Libia ha lanzado contra los últimos reductos de la dictadura.
Los combatientes del Consejo Nacional de Transición gritaron «¡Ala Akbar!», o «¡Dios es grande!», mientras se movían en camiones en los que transportaban artillería antiaérea y ametralladoras.
Sin embargo se vieron obligados a correr en busca de refugio bajo la lluvia de fuego de las fuerzas pro Gadafi en un complejo de apartamentos. Dos combatientes del Consejo Nacional de Transición (CNT) murieron y otros tres quedaron heridos. «Están combatiéndonos porque seguro que Motassim está dentro (de Sirte)», dijo Abdulrazaq Haroun, uno de los comandantes del CNT en la ciudad. Se refería a uno de los hijos fugitivos del coronel, al que se ha visto en la localidad. Tomar Sirte acercaría a los nuevos gobernantes de Libia a su objetivo de controlar el país entero casi dos meses después de haber tomado la capital, Trípoli, aunque también se hallan bajo presión para salvar a los civiles que se encuentran atrapados dentro.
Las fuerzas del CNT empujaron a sus enemigos a posiciones defensivas fuera de Sirte, mientras peleaban por el control del centro de la ciudad en batallas calle por calle. Junto con el pueblo de Bani Walid, Sirte es uno de los últimos reductos de poder de Gadafi, que gobernó Libia con mano de hierro durante 42 años.